
Los árboles no nos dejan ver el bosque. El Gran Hermano televisivo dirige nuestras miradas hacia los temas que le convienen. Siempre he pensado que lo mejor de la televisión que domina por estos pagos es que te ahorra una dictadura militar. Una tragedia sirve para esconder otra aún mayor. El morbo es la sal con la que condimentan los advenedizos dictablandos de la cajatonta, hipócrita y sanguinolenta. No hay morbo en ser negro subsahariano, ni en una patera volcada a veinte metros de la costa, ni en treinta ahogados en cinco minutos, de los cuales la mitad son niños. Este gobierno, el de antes y el anterior; el de aquí, el de Francia, el de Inglaterra, el de Alemania y todos en nuestro entorno, no tienen reparos en recibir con los brazos abiertos a los dictadores que matan de hambre a esta gente, o de asco, o de torturas o de persecución política. Luego hay que ver a la chusma dispuesta al linchamiento, conectada -como yonkis- a las televisiones. Gran espectáculo.
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Pues yo no creo que nos ahorren el latazo de la dictadura. El 'rayo que no cesa' de la dictadura, por ponerlo literarios... y exactos. Los medios de comunicación (eufemismo gordísimo) son la consecuencia de un régimen, de un estado de cosas. En tiempos de la dictadura oficial nos anestesiaban con fútbol y religión 'à foison' que diría un franchute; eso sí, no eran aquellos tiempos tan 'amenos' como éstos, no sabíamos de las grescas entre la clase política, en cambio, ahora todo está en el reality show. Más leña a las calderas...
ResponderEliminarLos árboles sí que nos dejan ver el bosque a algunos, y el escalofrío es importante, desestabilizador, pavoroso. Porque, claro, a pesar del sueño al que nos induce este Big Brother, no todos somos Winston, muchos ya andamos con insomnio. Un día esto estallará, todo estalla, ¿verdad, amigo mío?, todo acaba por estallar, es la ley del universo.
Buenos días y perdóname la extensión, pero es que la zanahoria está riquísima.
Ja, ja, Mertxe. Somos un par de "optimistas". Sin duda, la amenidad de los tiempos es considerable y, además, hay elecciones cada cuatro años. A muchos les basta. No les interesan las libertades. En habiendo teles y mando a distancia... Ahora todo es mucho más sutil que cuando entonces. Hasta te puedes reir un rato, aunque maldita la gracia.
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