Se trata de dos esculturas ultrarrealistas del estadounidense Marc Sijan. En primer lugar aparece una limpiadora. El realismo de esta obra es tan exagerado que, en un primer momento la tomo por una de esas personas disfrazadas e inmóviles que pueden verse en las calles, lo que me produce un pudor que me impide acercarme para verificar si es una persona o una escultura. Ante la duda decido pasar de largo.
Pero a la vuelta de la esquina hay una segunda pieza, un policía con gesto adusto, que me provoca la misma sensación de pudor y vergüenza que me mantiene alejado. Es una situación tan absurda como irritante pero uno ya no se fía de lo que pueda ver en una exposición de arte contemporáneo. Decido mantenerme al acecho y verificar la inmovilidad. Esta es completa. Entonces, cautelosamente, me aproximo para leer el cartel que informa sobre la obra.
La escultura tiene una expresividad admirable pero la incertidumbre que me provoca no resulta nada agradable. Uno tiene la sensación de ser un perfecto idiota al que cualquiera puede engañar. Supongo que, además, es totalmente cierto. Pero uno no puede menos que preguntarse a qué juegan algunos artistas contemporáneos. Qué se pretende con este tipo de obras. ¿Sólo desconcertar? ¿Eso tiene algún interés? ¿Todo es una broma más o menos pesada, según cómo reaccione cada cuál?
---
Juan Luis, estoy contigo en esta cuestión (como en tantas otras). Y creo que alguna vez ya te he comentado lo mismo. Ves "perfomances" de estas que llaman y aparecen unas botas viejas, llenas de barro y a las que les han crecido unas hierbecitas y todo. Y bueno, tiene su lirismo, no digo que no, por supuesto a años luz de estas otras figuras que ahora muestras. Pero, en cualquier caso, son unas botas, joder.
ResponderEliminarEs evidente que estamos ante un modo de arte que nadie nos ha "explicado" convincentemente todavía y ante el que esperamos una cierta, como digo, explicación o justificación. Porque nos da la sensación de que nos están tomando el pelo y a algunos ya nos queda muy poco pelo para que nos los sigan tomando.
Ciertamente es inquietante todo esto. Incluso tiene un componente de película de miedo que no me gusta nada. Tampoco entiendo a la gente a la que le gustan las películas de miedo o de terror. O la variante culta de Lars von Trier y su Anticristo, que no vería salvo en cierto momento crítico de mi vida a lo mejor, no lo sé. La gente parece empeñada en ponerle a la vida más terror del que ya ella misma tiene de por sí.
Preferimos no verlo, no saberlo, aunque por supuesto que lo intuimos. En este preciso momento sabemos a ciencia cierta que en cualquier parte del mundo se está cometiendo una tropelía insoportable e injustificable sobre algún ser humano. ¿Y qué podemos hacer ante eso que no hagan las gentes que realmente tienen poder en este mundo?
Si sale por televisión una familia de la India donde los cuatro hijos varones y en edad infantil y adolescente padecen una enfermedad degenerativa que no les permite valerse por sí solos y a los que los propios padres piden sacrificar y si ante esto no hay nadie con poder en el mundo que haga nada (ni una iglesia, ni una institución filantrópica, ni una fundación de cualquier tipo, ni un mecenas, ni un presidente de algún organismo humanitario, ni siquiera una ONG, entonces ¿qué podemos hacer los demás?
Abrazos,
PEDRO
P.D.- en cuanto a Juan Goytisolo, creo que para entender su obra habría que leer también las de sus hermanos escritores. Me da que Juan nos da una versión del hastío de España que queda incompleta sin conocer la versión de sus otros dos hermanos. El autor aquí no es Juan, son los Goytisolo, distintas versiones de una misma realidad.
Yo creo que en arte tampoco hay mucho que explicar y, cuando empiezan a darte muchas explicaciones, malo. Es la obra quien debe hablar. Si te dice algo pues bien. Si no te dice nada pues a otra cosa. Ahora bien, hay que tener una cierta disponibilidad para dejarse seducir.
ResponderEliminarSobre los Goytisolo. La poesía de José Agustín no me disgusta. La obra de Juan la entiendo a la perfección, no es un problema de interpretación, es otra cosa. Y por último, desconozco totalmente el trabajo de Luis. Nada me extrañaría que fuera el más interesante, pero esto de las lecturas suele ser totalmente aleatorio.