Con los últimos días de viento del sur las hojas ya han comenzado a caer. El suelo de los jardines está alfombrado. Los equipos de jardinería se afanan. El otoño está siendo espléndido en la comarca bidasotarra. La proliferación del liquidámbar ha inundado de color las calles, plazas y jardines. Poco a poco el color empalidece y deja paso a la desnudez invernal. Habrá que esperar varias semanas para contemplar los amarillos de las mimosas y los rosas de los magnolios.
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