jueves, 5 de junio de 2014

La misteriosa ermita visigoda de Quintanilla de las Viñas

(Las fotos han desaparecido)


Camino de Soria nos desviamos a la izquierda para visitar la ermita visigoda de Quintanilla de las Viñas, situada en un bello paraje de la Tierra de Lara burgalesa, a unos pocos kilómetros de Cobarrubias y de Santo Domingo de Silos.
Hay suerte y encontramos al guía que nos facilita el acceso y nos ofrece algunas explicaciones. Casi todo lo relacionado con esta ermita continúa siendo controvertido entre los especialistas en el arte altomedieval. Parece haber acuerdo en que se trata de una obra tardía durante la dominación de los visigodos, entre finales del siglo VII y principios del VIII.
Lo que vemos –una capilla, con ábside y transepto- son los restos de un edificio mayor -puede que un monasterio- con una nave central y dos laterales.
El reino visigodo fue creado en España en 456, por el rey Teodorico, y de mantuvo durante dos siglos y medio, hasta la invasión musulmana. La mayoría de los restos arquitectónicos de este periodo, sobre todo los situados en las ciudades, han desaparecido. Las escasas muestras que permanecen se encuentran, como en este caso, en parajes rurales.
El edificio está construido con grandes sillares de arenisca, en dos colores, colocados sin argamasa, y, al margen del gran arco de herradura –considerado el de mayor calidad entre los visigodos que permanecen de pie- llaman la atención la decoración de los frisos exteriores, muy rara en edificios cristianos.
Los elementos decorativos son muy variados: racimos, zarcillos, telas vegetales, aves, leones, leopardos, toros, grifos y misteriosos anagramas. Sobre la pequeña puerta de acceso encontramos una concha, que no es la de peregrinaje, sino que alude a Venus. También pueden verse signos paganos –mezclados con los cristianos- en los capiteles. Todos ellos, de gran refinamiento en su ejecución.

Los relieves del sol y de la luna, situados en un lugar privilegiado como el arco, han dado pie a muchas interpretaciones, pues ambos son considerados símbolos paganos o precristianos. Se habla de cultos no católicos, sino arrianos, gnósticos o maniqueos orientales. La España visigótica era muy heterogénea en su religiosidad.
Otros historiadores, sin embargo, no dudan en considerar esta simbología como cristiana. Parece que el enigma no va a ser descifrado, lo que, sin duda, le confiere al lugar un mayor misterio.
El paraje, que forma parte de las estibaciones de la Sierra de la Demanda, es una sucesión de suaves lomas, enmarcadas por una gran muralla rocosa, la sierra de las Mamblas y la proximidad del río Arlanza. Una estrecha carretera se desliza hasta la nacional. En ella se puede encontrar el yacimiento de La Pedraja, con un pequeño parkin y un recinto con huellas de dinosaurio. En una charca vecina, a media tarde, pude escuchar un breve y refinado concierto de anfibios.





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