martes, 3 de junio de 2014

Rodeado de gente en la Laguna Negra

“La hermosa tierra de España
adusta, fina y guerrera
Castilla, de largos ríos,
tiene un puñado de sierras
entre Soria y Burgos como
reductos de fortaleza,
como yelmos crestonados,
y Urbión es una cimera."
Antonio Machado, Campos de Castilla


Hay una carretera que parte de Vinuesa y en unos kilómetros te deja a los pies de la Laguna Negra, a 1753 metros de altura. La laguna, de origen glacial, pertenece al parque natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión.
Hemos tomado un café en Vinuesa, en una terraza al sol y, cuando llegamos a la laguna hay niebla, hace frío, llovizna y hay una multitud. Es sábado. Nos permiten acceder con el coche hasta la misma pasarela que conduce a la laguna, donde hay un chiringuito y una suerte de caos para aparcar los vehículos.

Un par de kilómetros antes hay otro parking y algunos suben a pie, lo que contribuye a que la sensación de desorden se incremente. Decir que se trata de un paisaje espectacular es quedarse corto. La laguna está rodeada por murallones de piedra. En uno de los laterales, a los que se accede por una senda, cae una bonita cascada. Toda la zona está densamente poblada por una vegetación nórdica de pinos albares, abedules, hayas y álamos entre otras especies.
El problema es que llueve y hay mucha gente, familias enteras con sus paraguas, y casi no se puede andar. Con tanto alboroto, tantos comentarios, tantas cámaras fotográficas, no consigo relajarme y estoy deseando salir de semejante barullo.
El lugar cuenta con todos los requisitos para ser legendario. Una de sus leyendas señala que las aguas no tienen fondo, aunque en realidad el fondo no sobrepasa los ocho metros. Otra indica que todos los que caen en ellas desaparecen. Antonio Machado hizo su aportación legendaria al situar aquí el crimen de los Alvargonzález.
Supongo que si Machado se hubiese encontrado durante su visita con semejante guirigay hubiese salido corriendo.  Creo que Pío Baroja también escribió sobre su excursión a este lugar, pero no tengo la referencia.
Sin duda merece la pena subir hasta aquí. Es un lugar con encanto y misterio, con muchas posibilidades de completar la visita con algún breve paseo por los alrededores, pero yo al menos, buscaré un día tranquilo para hacerlo, pues no tengo demasiada fe en que nadie se haga cargo de organizar este desmadre.



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