De madrugada, en la radio, un experto dice que el ahorro energético producido por el cambio de hora es insignificante: lo que se gana por la noche se pierde por la mañana. Así pues, sólo puede tratarse de un gesto de poder. Uno más. Pese a ello, qué hermoso día de primavera, aunque habían anunciado mal tiempo, poco menos que la vuelta del invierno. Nos vamos a Fuenterrabía.
Aparcamos en la entrada para evitar las aglomeraciones habituales y porque lo mejor de este bellísimo pueblo está en este sector. Primero, una visita al jardín cercado por un muro, cuyo nombre he olvidado, y cuya entrada puede verse en esta obra del pintor hondarribitarra Javier Sagarzazu.
A la salida del parque aparece este árbol de flor delicada y elegante (¿ciruelo, cerezo?, tengo que preguntarle a Glo).
Desde el crucero se accede hasta el paseo que bordea la bahía de Higuer. En primer término las chalupas que se utilizan para acceder a las embarcaciones de mayor tamaño. Enfrente, Hendaya. A esta hora la marea está muy baja, lo que permite unas vistas inusuales, con los fondos al descubierto; media docena de mariscadores se esfuerzan aquí y allá.
Al fondo, entre los espigones, el Bidasoa se encuentra con el Cantábrico.
En la imagen queda bien, pero el ruido es muy desagradable. Parece que la máquina se te viene encima.
En paralelo a la pista del aeropuerto se contemplan las Peñas de Aya y se llega hasta la alameda, con su tristeza de plátanos desnudos y podados.
En el jardín de los patos hace tiempo que ya no hay patos, lo que es una lástima porque los patos encantaban a los niños y hacían compañía a los paseantes que descansaban en sus bancos de piedra. También aquí los cerezos en flor.
Encima de la muralla, otro pequeño jardín, el del viejo Casino. Lo preside un viejo tejo y lo adornan palmeras. Pero hay perros sueltos. Uno de ellos, una bestia parda, como su dueña, se abalanza sobre nuestro perrillo. Consigo espantarlo, el animal huye, pero el susto es tremendo. La dueña ni se inmuta, ni se interesa.
Todavía alterados seguimos hasta el rehabilitado Baluarte de la Reina, en un extremo del recinto amurallado. Desde arriba hay hermosas vistas sobre las Peñas de Aya y sobre el Jaizkibel. Descansamos un rato. El aire sopla fresco y vitalizante. De vuelta entramos en el bar del restaurante Alameda para refrescarnos y reponernos del susto.
*
Blog del escritor Juan Luis Seisdedos. --Aquí hay de todo. Si estás interesado deberías dirigirte al Índice. --Por arte de birlibirloque algunas fotos han desaparecido. Habría que preguntarle a Google. Yo lo he intentado, pero no contesta.
martes, 31 de marzo de 2009
lunes, 30 de marzo de 2009
Cerezo en flor



Aprovecho la visita al kiosko para tomar unas fotos del cerezo en flor que vive en la plaza de Dumboa, en Irún. Es complicado. Hay demasiada luz. Es más fácil con los días nublados, hay que reconocerlo. Hoy el cielo es un puzle de nubes y claros, de blancos y azules con el sol majestuoso en lo alto del mediodía. Embebido tras la cámara apenas me apercibo de que mi atención sobre el cerezo contagia la atención de los transeuntes sobre las flores rosas, apretadas, promíscuas; parecen de papel. Pero todavía no se han abierto todas, me dice Miren, mi kioskera, que siempre está pendiente de las plantas y del sol. Ha hecho tanto frío este invierno…
Sakura, los cerezos en Japón
sábado, 28 de marzo de 2009
El romero
El otro día vi en San Sebastián a una vendedora de romero. Nunca antes había visto vender romero en esta ciudad. Conseguí hacerle una foto. Ofrecía su mercancía a gritos. Observé que una mujer joven, con un niño pequeño, adquiría una ramita. El romero que vendía la gitana no estaba en flor. No sé de dónde lo habrá sacado porque estos días el romero, incluso en esta latitud, está en flor.
Yo tengo un gran romero en la puerta de mi casa. La flor de mi romero es de color violeta. Se lo compré en un mercadillo a un navarro. Era una planta diminuta. El navarro me dijo que debía podarlo cuando llegara la primavera. Así lo hice. En pocos años ha crecido mucho pese a que, por razones de espacio, he tenido que aplicarle alguna poda.
Este invierno ha sido muy duro para él. El paso del ciclón le afectó mucho. Se rompieron algunas ramas y el arbusto se ha quedado muy abierto y expuesto. Me gusta pasar a su lado e impregnarme las manos con sus hojas. El olor del romero me entusiasma. Es sobrio, elegante, refinado, muy intenso pero nada insidioso.
Vente conmigo niña por el romero en flor,
por los cañaverales y el arroyo cantor.
Vente a los campos niña, bajo la luz del sol,
a tejerle coronas de besos al amor, a cantar con el agua,
a cantar con el agua y con el gorrión.
Vente conmigo niña, por el romero en flor.
Yo tengo un gran romero en la puerta de mi casa. La flor de mi romero es de color violeta. Se lo compré en un mercadillo a un navarro. Era una planta diminuta. El navarro me dijo que debía podarlo cuando llegara la primavera. Así lo hice. En pocos años ha crecido mucho pese a que, por razones de espacio, he tenido que aplicarle alguna poda.
Este invierno ha sido muy duro para él. El paso del ciclón le afectó mucho. Se rompieron algunas ramas y el arbusto se ha quedado muy abierto y expuesto. Me gusta pasar a su lado e impregnarme las manos con sus hojas. El olor del romero me entusiasma. Es sobrio, elegante, refinado, muy intenso pero nada insidioso.
El romero siempre me evoca la conocida canción que interpretan Lole y Manuel, cuya letra es la siguiente:
Vente conmigo niña por el romero en flor,
por los cañaverales y el arroyo cantor.
Vente a los campos niña, bajo la luz del sol,
a tejerle coronas de besos al amor, a cantar con el agua,
a cantar con el agua y con el gorrión.
Vente conmigo niña, por el romero en flor.
A la flor del romero, romero verde,
son tus ojitos niña lo que me pierden.
A la flor del romero, romero verde,
a la luna me subo solo por verte,
solo por verte y besar tu boquita de miel caliente.
vente conmigo niña por el romero en flor.
son tus ojitos niña lo que me pierden.
A la flor del romero, romero verde,
a la luna me subo solo por verte,
solo por verte y besar tu boquita de miel caliente.
vente conmigo niña por el romero en flor.
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viernes, 27 de marzo de 2009
Arquitectura popular en Gamonal
(Las fotografías de esta entrada han sido secuestradas por Google)
Por razones familiares, voy con frecuencia a Burgos y, en concreto, al barrio de Gamonal. Frente a la iglesia gótica de Santa María -un magnífico edificio de aire militar, con un interior oscuro y espartano-, siempre me había llamado la atención un conjunto de pequeñas casas rurales, ocupadas por viviendas y algunas instalaciones de servicios. Forman parte del antiguo municipio de Gamonal, que fue incorporado a Burgos en 1955.
En mi última visita a la zona descubrí que algunas de ellas, en estado ruinoso, han empezado a derribarse. En su lugar han aparecido unas vallas que no parecen encerrar otra cosa que el aire. Como no sé cuánto tiempo van a durar de pie, debido a su estado de abandono, quise guardar unas fotos de esta curiosidad de la arquitectura popular castellana.
El contraste entre las modernas edificaciones y estas casas de labradores habla por si solo.
El antiguo municipio de Gamonal está situado al norte de la ciudad, sobre un antiguo llano cascajoso y arenoso. Lo atraviesa el Camino de Santiago. En estos antiguos campos, hoy ocupados por bloques de viviendas y por un polígono industrial, tuvo lugar en 1808 la batalla de Gamonal, durante la guerra de la Independencia. Las tropas españolas, derrotadas, sufrieron dos mil bajas.
El nombre de Gamonal, nos cuenta la Wiki, procede de los gamones, una flor vivaz, llamada también asfódelos que se cultivaba en el lugar. En la antigua Grecia los asfódelos se colocaban en las tumbas y se empleaban en las ceremonias fúnebres para facilitar el tránsito de los difuntos a los Campos Elíseos.
Los modernos edificios de la calle Vitoria, que conduce hasta el barrio, tienen este aspecto.
miércoles, 25 de marzo de 2009
Atracón a mano armada

Abro este blog, veo a David de Jorge armado con su salchichón y se me pone una sonrisa que no se me va ni con agua caliente. David practica algo que hoy escasea, incluso en la blogosfera: el humor. Lo hace mediante una prosa fluida, ocurrente, ingeniosa. No contento con ello tiene muy buena mano con la imagen lo que produce un blog muy atractivo. Dice que practica narrativa ligera, y yo le creo, pero, atención, que nadie piense que está a la chorradita. Lo cortés no quita lo valiente, ni la desmesura el refinamiento. Su entusiasmo es contagioso y regala buen humor, pero ello no le impide decir lo que estima oportuno y meterle el dedo en el ojo a quien lo considera conveniente. En estos tiempos de sofistas, demagogos, mistificadores y cursis –gente que, mucho me temo, se han cebado con ahinco también en la gastronomía- se agradece un autor que dice lo que piensa sin abandonar el buen gusto. Este blog es una cuchipanda pero la comida sólo es un tema recurrente. En torno a un buen menú se habla de todo, con sorna pero con sentido común.
lunes, 23 de marzo de 2009
En Guethary
Un domingo hermosamente soleado pero con un aire frío del norte; lástima de un foulard ligero. La localidad costera está concurrida. Gente aquí y allá, en plan tranquilo, sin voces ni estridencias, niños jugando al aire libre, jovencitas paseando displicentes, pescadores, familias…
Desconocía el museo. Aún está cerrado. Tiene un jardín en pendiente muy agradable, con un frontón en un lateral y algunos juegos infantiles. Está sembrado de esculturas.
Se celebra un animado vide grenier en el frontón. Hay un poco de todo, como puede apreciarse. La gente pasea con calma entre los puestos. Hay una cierta distensión en el aire, un vive y deja vivir, un respeto, que no puede sino complacerme.
El mar azul, apenas unas manchas blancas de olas. Las terrazas muy concurridas a esta hora del mediodía, igual que los restaurantes -a pie de los acantilados- que ya han iniciado la temporada.
Frente al mar (toda el litoral está protegida ecológicamente), a la derecha, Biarritz
A la izquierda, en la lejanía, una perspectiva inhabitual del Jaizkibel y el cabo de Higuer.
En la entrada el monumento a los caídos en las dos guerras mundiales, obra del escultor Maxime Real del Sarte.
La página oficial incluye un video sobre el jardín del museo.
domingo, 22 de marzo de 2009
Jacinto Olave

Lo sorprendente de esta exposición es verificar el alto valor artístico de un pintor casi desconocido: Jacinto Olave (1877-1957), eibarrés formado en Madrid que pasó el resto de su vida en su ciudad natal, alternando la pintura con el magisterio. Durante años se dedicó también al grabado y al damasquinado.
Dicen que era un hombre retraído, que apenas se prodigaba, que vivía encerrado, que no sabía promocionarse. Puede ser, pero tampoco dice mucho de una sociedad –con sus instituciones, sus asesores, sus funcionarios, sus entidades culturales, etc.- el no percatarse de lo que tenía delante.
Que este hombre debió ser duro consigo mismo lo atestiguan sus autorretratos, compuestos en tonos oscuros; todos ellos con el denominador común de un gesto adusto y reconcentrado.
El retrato era su especialidad. Aunque toca temas populares y antropológicos predominan las figuras de la burguesía, más sobrias las de los hombres, algo más coloristas y animadas las de las mujeres. Sorprende una pequeña colección de retratos infantiles. Sobre fondos oscuros emanan unos rostros que parecen compaginar la inocencia con esas miradas serias que tienen a veces los niños.
El cafetín, óleo de 1948. (Foto: G. Estrada)
Si tuviera que quedarme con un cuadro de Olave no lo dudaría: El cafetín, obra de madurez. Una rareza al decir del propio comisario. Uno se pregunta si este hombre no se hubiera prodigado en estas rarezas de haber vivido en otro ambiente y otras circunstancias.
Exposición antológica en la sala Boulevar de Kutxa, San Sebastián, hasta el 19 de abril.
Más detalles
Dicen que era un hombre retraído, que apenas se prodigaba, que vivía encerrado, que no sabía promocionarse. Puede ser, pero tampoco dice mucho de una sociedad –con sus instituciones, sus asesores, sus funcionarios, sus entidades culturales, etc.- el no percatarse de lo que tenía delante.
Que este hombre debió ser duro consigo mismo lo atestiguan sus autorretratos, compuestos en tonos oscuros; todos ellos con el denominador común de un gesto adusto y reconcentrado.
El retrato era su especialidad. Aunque toca temas populares y antropológicos predominan las figuras de la burguesía, más sobrias las de los hombres, algo más coloristas y animadas las de las mujeres. Sorprende una pequeña colección de retratos infantiles. Sobre fondos oscuros emanan unos rostros que parecen compaginar la inocencia con esas miradas serias que tienen a veces los niños.

Si tuviera que quedarme con un cuadro de Olave no lo dudaría: El cafetín, obra de madurez. Una rareza al decir del propio comisario. Uno se pregunta si este hombre no se hubiera prodigado en estas rarezas de haber vivido en otro ambiente y otras circunstancias.
Exposición antológica en la sala Boulevar de Kutxa, San Sebastián, hasta el 19 de abril.
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viernes, 20 de marzo de 2009
Ingo Giezendanner

Artista suizo que expone estos días en el CAB de Burgos. Dibujos en blanco y negro, urbanos, exhaustivos. Una suerte de horror vacui. Una laboriosidad a toda prueba.
En esta página web se puede ver una amplísima muestra de su obra. Constato que, al natural, la línea es más clara.
miércoles, 18 de marzo de 2009
Paseo junto al Bidasoa
Hace una tarde muy agradable. Nos vamos a dar un paseo junto al río, aquí al lado, hasta que Teresa termine su cursillo de natación.
lunes, 16 de marzo de 2009
“Todas las horas hieren…
…la última mata.”
Cuatro hermanas. Una foto cada año. La misma posición de cada una en las imágenes.
Nicolas Nixon
domingo, 15 de marzo de 2009
Futbolistas y modelos
En la portada de Lecturas –qué nombre tan bello para una revista del corazón y la entrepierna- aparece una beldad, que resulta ser modelo. Nos anuncia que ha roto su relación con un futbolista de primera fila. No importa. Ya encontrará otro. Y viceversa. Porque, de la misma forma que antaño se liaban toreros y tonadilleras, en los tiempos que corren, modelos y futbolistas están condenados a entenderse.
Ambos tienen muchas más cosas en común de las que pudieran detectarse a primera vista. Se trata de dos profesiones en las que se vive del cuerpo y en las que el cuerpo ocupa la primera de las preocupaciones. Unos tienen que cultivar el músculo y las otras el hueso. Unos deber estar cachas y las otras flacas. Son complementarios, lo que es un buen requisito para el entendimiento.
Otra característica los reúne: futbolistas y modelos tienen unas vidas profesionales cortas pero intensas. Cuando se les pasa la juventud deben ir pensando en cambiar de oficio o, al menos, en abandonar la primera línea de la profesión.
Pero no acaba ahí la cosa. Ambos se pasan los días viajando en avión. Ambos son reclamados por tentadoras ofertas publicitarias. Ambos rehuyen como al diablo el hacer cualquier tipo de declaraciones al margen de sus respectivas profesiones y carreras. Ambos se prestan, de vez en cuando, a apoyar eso que se ha dado en llamar campañas humanitarias. Ambos son objeto de la saña de los paparachis, los plumillas y el negocio del cotilleo.
Ellos son un ejemplo para los niños y ellas para las niñas. Ambos son, a su vez, los niños mimados de nuestra cada vez más infantilizada sociedad. Con todos estos denominadores comunes nada más natural que acabar poniendo casa. Aunque sea para un rato.
miércoles, 11 de marzo de 2009
Expectación
La de estos hombres que se arraciman para leer las portadas de los periódicos que el kioskero ha tenido la gentileza de desplegar. Me ha entrado la duda de si ha pasado algo extraordinario -de lo que no me he enterado- o si será la cosa del fútbol. Más bien parece literatura de cordel que dijo Caro Baroja.
Músicos
Me siento con un café en un banco de la calle Guetaria para ver pasar gente. Tenemos una mañana de buen sol y aire fresco. En el banco de mi derecha un par de músicos interpretan una larga melodía más bien melancólica. Tres o cuatro mujeres les dejan alguna moneda. Es cierto que pasan más mujeres que hombres pero ellas parecen mejor dispuestas.
martes, 10 de marzo de 2009
Paseo irunés
*
lunes, 9 de marzo de 2009
Eastwood, cabreado pero impotente

Me sorprende encontrar el cine lleno. Bueno, es un domingo por la tarde. Pero esta película, El Gran Torino, tiene tirón popular, como lo tiene el propio Clint Eastwood. Todos esperamos encontrar al vengador impasible habitual, al llanero solitario, al clásico héroe de western, a una versión más de Harry el Sucio o del vaquero de Sin Perdón. Eso es lo que vamos a ver. Pero, me temo, no se trata de eso.
La película empieza en un tono de comedia agridulce, el público le ríe la mala baba al protagonista, un tipo hosco, solitario, escupidor, que se pone borde con los vecinos, con los hijos, con los nietos, con todo el mundo. La verdad es que todos ellos son una panda de giles que sólo parecen desear que el hombre estire la pata para quedarse con su coche y con su casa.
El menda se ha pasado la vida currando en la Ford, después de haber peleado y sufrido en Vietnam. Los hijos le han salido bastante pavos y se ha quedado sólo en la casa que, se supone, ha adquirido con el sudor de su frente. Todos los blancos del barrio han vendido sus propiedades y, en su lugar, han aparecido los hmong, una etnia asiática que, precisamente, fueron masacrados en Vietnam porque su anticomunismo les llevó a apoyar a los americanos.
Aparece un curita joven y bastante repelente que está empeñado en que CE confiese sus pecados, él, que sólo aparecía por la iglesia para darle gusto a su adorada mujer.
Pero como una película de acción no se sostiene, desgraciadamente, sólo con el retrato psicológico de un patriota -con los consabidos tintes racistas-, aparecen los malos, que no son otros que una pandilla de jovencitos armados y embutidos en un coche con alerón trasero. Y aquí la película empieza a hacer menos gracia porque los malos, al principio, son sólo una panda de capullos. Como CE no soporta a los malos, porque es un tipo chapado a la antigua y se preocupa por el hecho de que cuatro hijos de puta aterroricen al vecindario, que resulta ser el suyo, mal que le pese, empieza a acercarse a sus vecinos orientales, víctimas de los malos. Y a partir de aquí las cosas son menos convincentes y, en mi opinión, la obra empieza a naufragar.
Para colmo el excombatiente se interesa por un chaval que ha intentado robarle el coche (aunque obligado por los malos) y que resulta ser bastante corto de entendederas. Cuando CE decide darle una lección a los malos éstos, en lugar de amilanarse, se crecen y demuestran que todavía pueden ser peores. Hay que hacer algo, pero ¿qué?
*
domingo, 8 de marzo de 2009
Malick, Días del cielo

Esta deliciosa página web, dedicada a reproducir fotogramas de películas, me recordó que tenía pendiente de ver Días del cielo, de mi admirado Terrence Malick. Como la obra data de 1978 no tenía muchas esperanzas de cumplir mi deseo, salvo que la pasaran por televisión (y coincidiéramos). Pero hete aquí que, un par de días más tarde, descubro que existía una versión en dvd en mi biblioteca favorita. Y, además, estaba disponible en préstamo.
Uno de los atractivos de Días del cielo está en su mestizaje entre el documental y la ficción. Asistimos a una descripción de la vida de los braceros que cosechan trigo en una gran hacienda texana hacia 1915. Este documental se caracteriza por un gran lirismo en su forma narrativa. Por otra parte su argumento se centra en un desclasamiento (tema habitual en Malick): una pareja que se las arregla para, temporalmente y mediante el engaño, pasar del proletariado al ámbito social de los terratenientes.
Está interpretada por un joven Richard Gere, que aparece muy contenido para lo que suele ser habitual en él y por Brooke Adams, una actriz de expresión más bien extraña. El tercer protagonista es el polifacético y atractivo Sam Shepard que da sus primeros pasos en la interpretación.

La película (encantadora) me confirma, una vez más, que lo importante no es lo que se cuenta sino la forma de hacerlo. De nuevo salta aquí la cuestión del estilo: las imágenes son una hermosura: las panorámicas, los contraluces, los detalles de la naturaleza (marca de la casa Malick) que salpimentan la cinta.
Los directores de fotografía, pese a su importancia en el cine, suelen quedar en segundo plano. De la misma forma que detrás de muchas obras del taiwanés Wong-Kar-Wai tenemos a Christopher Doyle, aquí topamos con Néstor Almendros, que recibió un Oscar por este excelente trabajo.
Malick ha hecho muy pocas películas (desapareció durante veinte años después de ésta), pero todas las que he visto me han gustado. Me falta la primera, Malas tierras, pero ya la tengo localizada. Gran invento el dvd.
*
Buscando sobre Christopher Doyle encuentro estas declaraciones suyas.
“Lo extraño de Occidente, o no tan extraño, es que la gente está perdida. En serio. La gente está perdida, ya se eche la culpa al 11 de septiembre o a la educación en las escuelas. Da igual qué tenga la culpa. Mientras que en Asia la gente está encontrando su voz. Ha sido un largo viaje. (...) El actual clima en la mayoría del mundo occidental es, por supuesto, antiartístico, porque la función del artista es abrir los ojos a la gente, lo que no es la función de una meritocracia construida sobre el petróleo tejano. Y cada persona en el mundo real contempla esto y por eso se hacen las películas que se hacen. Porque cuando no se tiene libertad, ni se tiene integridad, se tiene que volver a hacer lo que ya se ha hecho antes”.
*
Algunos poemas de Shepard.
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jueves, 5 de marzo de 2009
Pesqueros en la bruma
martes, 3 de marzo de 2009
¿Fin del Estado-PNV?

“Eta no es más que anécdota: crónica negra, trivial y dolorosa. La tragedia es el Estado dentro del Estado que condena a las provincias vascas a repetir un lúgubre pasado: las guerras carlistas.”
“Sin PNV en el poder, la sangre que vertió Eta sería sólo sangre. Seca. Y Eta nada que no sea cualquier mafia bien tejida. Sin PNV en el poder, las tres provincias vascongadas serían eso: provincias. Como cualesquiera otras. Sin teologal añoranza de la idílica vuelta a lo pasado; que, por supuesto y como conviene a toda mitología, no pasó nunca.”
Gabriel Albiac
Y un aviso a navegantes.
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El contable que desenmascaró a Madoff

Harri Markopoulos, un bulldog
«Demasiado bueno para ser verdad. Le eché un vistazo y a los cinco minutos ya me olió mal. Yo era responsable de un producto similar al de Madoff y ni por asomo podíamos igualar esas ganancias. Cogí lápiz y papel. Hice números y en cuatro horas supe de manera fehaciente que todo era un montaje, un fraud colosal. Me propuse demostrarlo.»
«El Gobierno ha hecho la vista gorda ante estos delincuentes financieros durante demasiado tiempo. Ya va siendo hora de que la nación se percate de que no sonReportaje
los ladrones que atracan a punta de pistola los que causan un mayor daño económico, sino estos señores tan respetables que viven en sus lujosas mansiones. Llevan a nuestras empresas a la quiebra, destruyen miles de empleos, roban nuestras pensiones y arruinan incontables vidas.»
lunes, 2 de marzo de 2009
Errores de nuevo rico
En un país donde se llevan los coches a bendecir a la puerta de la iglesia, hay que andarse con pies de plomo a la hora de sacar a pasear ciertos objetos de consumo. Sobre todo cuando se consiguen con dinero público (Touriño y sus Audis).
Otro tanto para el yate de gran eslora en el que se ha paseado el señor Quintana, invitado por el empresario que recibió un contrato multimillonario para la adjudicación de la energía eólica (esa aberración paisajística) en Galicia.
Pero es que hay gente que no sabe contenerse (tal vez por la falta de costumbre) y luego pasa lo que pasa. Son errores de nuevo rico. Esto es difícil que le pase a un pijo de cuatro generaciones.
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Otro tanto para el yate de gran eslora en el que se ha paseado el señor Quintana, invitado por el empresario que recibió un contrato multimillonario para la adjudicación de la energía eólica (esa aberración paisajística) en Galicia.
Pero es que hay gente que no sabe contenerse (tal vez por la falta de costumbre) y luego pasa lo que pasa. Son errores de nuevo rico. Esto es difícil que le pase a un pijo de cuatro generaciones.
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Noche de estrellas

Una estrella declina, Ibarretxe, y otra emerge, López y señora. Porque López es un candidato con señora, al estilo de la pareja Obama. Quiero decir, señora visible.
Durante la intervención del candidato socialista, ribeteada por un coro de partidarios exultantes, se pudo ver a su lado a una mujer joven, toda sonrisas, toda gestos, toda saludos, en una palabra, henchida de satisfacción.
¿Y quién será esa mujer, tan estratégicamente situada? No podía ser otra que su legítima. Pero, hasta la mañana de hoy, que lo he mirado en internet, no he podido verificarlo.
En efecto, ha nacido una estrella, la esposa del candidato, Begoña Gil. Por algún lado tiene que empezar a notarse el cambio…
Ibarretxe, por su parte, me desconcertó. Han tenido que pasar unas horas para que se me aclare su intervención. Me chocó su efusividad. Hablaba como un gran lehendakari, el gran lehendakari que nunca ha sido. Es cierto que acababa de ganar las elecciones pero… acababa también de perder la presidencia.
Se notaba que hablaba con el corazón, hasta los cambios de idioma parecían perfectamente naturales. Y esos abrazos, esos besos al sector femenino. Estaba emocionado el hombre. Me pareció raro. Ahora lo veo más claro: no era la emoción de la victoria, sino la de la despedida.
Es más difícil saber ganar que saber perder. Los gestos, ay, los gestos.
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