
Hay que bajar unas escaleras y se llega al viejo puerto de Kaneta, en Hendaya. Esta tarde toca bajamar. Sólo la pleamar embravecida puede competir con las aguas bajas que dejan al descubierto un mundo de rocas, plantas, aves y moluscos.

Hondarribia al fondo. Hendaya a la espalda. Erguidas sobre la bahía de Txingudi, donde el Bidasoa encuentra al mar. El cielo encapotado permite una tarde de agradable temperatura.

La atalaya con su baranda de piedra, uno de esos pequeños espacios con un par de bancos y dos o tres tamarindos que bordan los franceses.

La grúa-puente con bandera blanca.

Sobre el talud de la costa, una ladera herbosa sembrada de arbustos y pequeños árboles, un pequeño botánico con sus carteles informativos. El cotoneaster, de largas ramas inclinadas, luce estos días sus vistosos frutos rojizos.

Hacia poniente, la mole del Jaizkibel. Vegetación de la marisma en primer plano.

De vuelta. La casa del escritor Pierre Loti a la izquierda, sobre el agua.
De vuelta. A la izquierda, la casa del escritor Pierre Loti con su embarcadero.
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Hendaya
29.11.07
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Pierre Loti en Bahkar-Etchea, una casa del solitario para el trotamundos dispuesto a 'navegar' también por nuestro mundo. Nunca le agradeceré bastante ese 'Ramuntcho' que nos regaló desde ahí.
ResponderEliminarBuenos días desde un Mataró hoy medio nubladillo pero muy agradable.
Es curiosa esta casa, volcada sobre el agua. He observado que en el jardín tiene un cañón antiguo y herrumbroso apuntando hacia Hondarribia. Lotí cuenta en un artículo muy evocador sus paseos nocturnos en lancha hasta la otra orilla.
ResponderEliminarLa casa sobre el agua le tienes aqui en video.
ResponderEliminarLink
http://hendaye.over-blog.net/article-11687550.html
Hola anónimo:
ResponderEliminarMe acabo de dar una vuelta por tu magnífico blog. Animo a los amantes del Bajo Bidasoa y del País Vasco a que lo visiten. Es una gozada. Con tu permiso incluiré un enlace en mi página. Y muchas gracias por acercarte hasta aquí.