domingo, 22 de marzo de 2009

Jacinto Olave


Lo sorprendente de esta exposición es verificar el alto valor artístico de un pintor casi desconocido: Jacinto Olave (1877-1957), eibarrés formado en Madrid que pasó el resto de su vida en su ciudad natal, alternando la pintura con el magisterio. Durante años se dedicó también al grabado y al damasquinado.

Dicen que era un hombre retraído, que apenas se prodigaba, que vivía encerrado, que no sabía promocionarse. Puede ser, pero tampoco dice mucho de una sociedad –con sus instituciones, sus asesores, sus funcionarios, sus entidades culturales, etc.- el no percatarse de lo que tenía delante.

Que este hombre debió ser duro consigo mismo lo atestiguan sus autorretratos, compuestos en tonos oscuros; todos ellos con el denominador común de un gesto adusto y reconcentrado.

El retrato era su especialidad. Aunque toca temas populares y antropológicos predominan las figuras de la burguesía, más sobrias las de los hombres, algo más coloristas y animadas las de las mujeres. Sorprende una pequeña colección de retratos infantiles. Sobre fondos oscuros emanan unos rostros que parecen compaginar la inocencia con esas miradas serias que tienen a veces los niños.

El cafetín, óleo de 1948. (Foto: G. Estrada)

Si tuviera que quedarme con un cuadro de Olave no lo dudaría: El cafetín, obra de madurez. Una rareza al decir del propio comisario. Uno se pregunta si este hombre no se hubiera prodigado en estas rarezas de haber vivido en otro ambiente y otras circunstancias.

Exposición antológica en la sala Boulevar de Kutxa, San Sebastián, hasta el 19 de abril.

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2 comentarios:

  1. Muy interesante. Otro autor que engrosa el número de aquellos cuya obra es poco conocida. Es de lamertar... por una parte, pero en el fondo es un hecho que me produce satisfacción porque amplía el horizonte de todo aquello que merece la pena.

    Muchas gracias por mostrárnoslo.

    (Por cierto, que tengo pendiente de estudiar con más detenimiento aquel bodegón de tu padre...)

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  2. Lástima que tampoco hay imágenes de su obra en internet. Hasta ahí llega su marginación.

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