No sólo les dan cuatro tiros, con la mayor impunidad, en cuanto se presenta un problema con ellos, como ha hecho la Guardia Civil (el Servicio de Protección de la Naturaleza, tiene bemoles) en un “zoológico” de exterminio de Gran Canaria, sino que los condenan hasta la muerte a vivir en condiciones de tortura en manos de desaprensivos cerriles, sin el menor control por parte de las supuestas autoridades de turno que sacan mucho pecho con sus leyecitas de protección que se pasan por el forro de sus trajes caros que les pagamos todos.
El tigre es un animal demasiado bello y fuerte para vivir en un mundo de miserables.
*
El oro de los tigres
Hasta la hora del ocaso amarillo
Cuántas veces habré mirado
Al poderoso tigre de Bengala
Ir y venir por el predestinado camino
Detrás de los barrotes de hierro,
Sin sospechar que eran su cárcel.
Después vendrían otros tigres,
El tigre de fuego de Blake;
Después vendrían otros oros,
El metal amoroso que era Zeus,
El anillo que cada nueve noches
Engendra nueve anillos y estos, nueve,
Y no hay un fin.
Con los años fueron dejándome
Los otros hermosos colores
Y ahora sólo me quedan
La vaga luz, la inextricable sombra
Y el oro del principio.
Oh ponientes, oh tigres, oh fulgores
Del mito y de la épica,
Oh un oro más precioso, tu cabello
Que ansían estas manos.
Jorge Luis Borges
*
Hermano tigre
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