Escucho en la radio que un
periódico inglés ha publicado un estudio sobre la red social Instagran. El
estudio concluye que en dicha red ya se utilizan más emoticones que palabras. Es
de suponer que algo similar puede estar ocurriendo en el resto de las redes o
que, al menos, esa sea la tendencia. La locutora lo presenta como un hecho
lamentable, una especie de depredación de las palabras por una serie de
simbolitos que expresan emociones. No veo razón para la alarma. Si hay algo que
sobreabunda en el planeta son las palabras. Se habla demasiado, se escribe
demasiado, hay un claro abuso en el uso de las palabras. Un poco más de silencio
vendría bien. Y, a falta de silencio, bienvenidos sean los emoticones, que
expresan lo necesario sin ruido, con eficacia, y ocupan mucho menos tiempo y
espacio que las sobrevaloradas palabras. J