lunes, 10 de junio de 2019

La joven del pelo azul



21.5 m


Camiones, camiones, camiones

   En algún momento por la autovía circulan más camiones que turismos. Durante algunos meses en el País Vasco prohibieron el tráfico de camiones durante los domingos y festivos. De vez en cuando el nacionalismo hace alguna cosa buena. Luego el Gobierno central de la derecha levantó la prohibición. Ahora que gobierna la izquierda no se ha visto el menor amago de conceder un día a la semana de tregua a los conductores frente a la omnipresencia y no poca prepotencia de los camiones.
    Se ve que los conductores españoles, a diferencia de los franceses, no tenemos derecho a un día de asueto y respiro. Puede ser que tal cosa no sea progresista.


Música celestial


   Hacer literatura, escribir bonito: música celestial. Con el tiempo me he vuelto muy exigente: exijo que la lectura de una frase me deje un sentido. Si tengo que leer tres veces una frase para entenderla, las probabilidades de que termine la lectura del libro son muy escasas. Esta es la razón por la que prescindo de la mayor parte de la poesía que cae en mis manos.
   Sí, ya sé que la poesía se puede permitir todo tipo de libertades con el sentido y con la forma, lo sé de sobra, pero a mí no me interesa. No estoy dispuesto a perder mi tiempo con bonituras disfrazadas de lirismo.

La Quinta

   Siempre que vengo a Burgos paso por el parque de La Quinta. Hoy lo he visitado por la tarde. Está más animado que por la mañana. Hay gente sentada en los bancos de piedra, paseantes, niños, ancianos, perros. La tarde es soberbia, con un airecillo casi cálido.
   En el aire van y vienen las pelusas de los álamos, que también se amontonan en el suelo. Abandono el camino de hormigón y me interno por los senderos arenosos salpicados por las acículas de los pinos.
   La vegetación está como hinchada, fragante de humedad, exuberante. Ni rastro de las ardillas. Se conoce que les gusta más la soledad.


El pelo azul

   Una joven criatura, guapa a rabiar, va sentada junto Greta en el autobús. Yo, de pie, la tengo enfrente. Todo lo que tiene a la vista es agradable, desde el rostro hasta el escote. Naturalmente, va con los auriculares puestos, el móvil en la mano y mirando por la ventanilla.
   Tiene el pelo teñido de azul, a la moda que impuso la película La vida de Adele. Diría incluso que su cara se asemeja a la de Lea Seydoux y su cuerpo, que apenas puedo atisbar un segundo al bajar del autobús, se parece al de Adele Exarchopoulos.
    Claro que tampoco descarto haber sufrido una alucinación.


22.5 x

Sin wifi

   Me había bajado cuatro capítulo de la serie francesa Zona blanca, que estoy viendo estos días, porque en Burgos no tengo wifi y, cuando voy a dar cuenta de mi ración diaria de serie, sale un mensaje en la pantalla informando que no puedo verlos porque en el área donde me encuentro no me corresponde.
   Intento ver la película Spotlight (En primera plana), que también me he descargado, pero tampoco me deja por problemas de “área”.
   Qué simpáticos y nacionalistas son estos de Neflix. En su lugar veo un capitulillo anodino de otra serie que sí me deja, titulada After life.
   Por otra parte, me viene bien estar sin wifi. Es un descanso.


Paracaidismo

   En todos los pueblos por los que pasamos camino de Las Merindades vemos carteles electorales, sobre todo de PP y C´s. Clara sensación de estar en territorio diestro, y no menos clara sensación de que llegan unos empleados, pegan los carteles y se van con la música a otra parte, lo que toda la vida se ha llamado paracaidismo político.
   No parece que haya vida política desde dentro de los pueblos ni, mucho menos, desde abajo.

Foto
Lea Seydoux, a la izquierda, y Adele Exarchopoulos.

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