Foto: Tolo Ramón
Muchas vueltas se le ha dado a lo que sea el aforismo. Cristóbal Serra (Palma de Mallorca, 1922-2012) fue uno de los mayores degustadores y hacedores del género en nuestro país.
En el 2002 publicó Efigies, un libro delicioso, fino y sutil en el que recoge los aforismos de veintiseis autores de su predilección.
No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Otro tanto ocurre con los aforismos seleccionados: todos son excelentes.
Empieza por Loa-Tsé y Chuang-Tsé y termina con Carlos Edmundo de Ory. En este recorrido pasa, entre otros, por Heráclito (el fundador del género en Occidente), Ramón Llull, Blake, Da Vinci, Joubert, Nietzsche, Bloy, Renard o Lec.
Sobre cada uno de ellos Serra traza una semblanza intelectual, siempre breve, erudita y un punto irónica. A continuación añade una selección personal, en versión propia, de sus aforismos. Fue un traductor prolífico.
No debe confundirse, nos dice Serra en Notas para un prefacio, el aforismo con la máxima. “El aforismo es la poesía que de líquida (versos) pasa a sólida (aforismos)... Aunque monolítico, el aforismo es humilde como un pedrusco en el camino.” El aforismo sería, en su opinión “un monolito poético.”
La naturaleza, escribe el mallorquín, ofrece aforismos a la mirada. “Aforismo es la flor, el árbol, la gallina clueca, el canto rodado, el huevo.”
Algunos pintores --Braque, Chagall, Klee-- fueron “príncipes del aforismo.”
También hay aforistas involuntarios entre los escritores. Sería el caso de, por ejemplo, Michaux, Char y Ponge, “que introdujeron en sus escritos no pocos aforismos.”
No menos aforistas fueron algunos filósofos, tanto antiguos como modernos.
En España “se cultivó más la expresión lacedemónica que el aforismo”. Serra utiliza con frecuencia el vocablo “lacedemónico” como equivalente a breve, conciso.
A Gracián, tan amante de la brevedad, no lo considera sin embargo aforista: “le falta desasimiento y sinrazón.”
“Difícilmente --nos advierte para terminar-- encontraremos aforistas en quienes no son poetas. En el libro están representados Juan Ramón Jiménez, Bergamín y el ya citado De Ory.
Efigies es un libro para leer y releeer, sin duda es una obra que da mucho juego.
En esta excelente entrevista Serra comenta con agudeza algunos de los aforismos incluidos en Efigies.
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