El ajedrez y otros juegos

El ajedrez. Una de las pedanterías de nuestro tiempo es la de considerar el ajedrez como un deporte. Argumentan que se ejercita el cerebro. En ese caso también sería deporte la filosofía. Incluso el rellenar crucigramas.

Globos espías. ¡Qué osados los chinos enviando globos espías sobre Estados Unidos! El primero que derribaron tenía el tamaño de tres autobuses. Los otros tres o cuatro eran más domésticos. Se conoce que ya no les basta con los satélites.

La caja china. Una parte de lo que se proyecta, se escribe; una parte de lo que se escribe, se publica; una parte de lo que se publica, se lee. Pasado algún tiempo –poco por lo general– quedan, si quedan, media docena de frases.

Otro pecado. Leo un artículo de Luis Antonio de Villena valorando las declaraciones del Papa Francisco sobre la homosexualidad. Ha dicho el romano pontífice que la homosexualidad “no es delito pero es pecado.” No veo novedad alguna en esta aseveración y supongo que los católicos deberían atenerse a ella. Lo que no entiendo es que el Papa Francisco haya dicho también que él no es quien para juzgar la homosexualidad. Desde el momento en que la etiqueta como pecado ¿qué otra cosa está haciendo que juzgarla?

Sin respuesta. Hay titulares sorprendentes. Por ejemplo, este: “Escribí este libro para averiguar por qué bebía mi padre y sigo sin respuesta.” El libro –se nos informa en el texto–, mezcla la memoria personal con la ficción. Debe ser lo que se conoce como autoficción. Otra mezcla sorprendente.

Bildu y los milagros. El periódico le dedica doble página a una entrevista con el líder de Bildu, Arnaldo Otegui. Por supuesto, no la he leído. Pero no me resisto a copiar uno de los sumarios: “Bildu está impulsando proyectos de futuro que hacen que este país se parezca más a Dinamarca que a otros lugares.” Será en el futuro, desde luego, porque los “proyectos” de Bildu en el pasado no son precisamente ejemplares, por decirlo suavemente.

También el lehendakari. La víspera del 8 de Marzo, como es natural, nadie ha querido quedarse atrás en esto del feminismo. Y el lehendakari Urkullu menos que nadie. El presidente vasco ha emplazado a los hombres (vascos, supongo) a “tomar conciencia de la teoría de género” y a realizar “una revisión crítica de los modelos masculinos dominantes y facilitar la identificación de alternativas organizativas que existen en el trabajo de los hombres por la igualdad.”

   Confieso que no he entendido la última frase (ni la primera), pero la música me suena. Sin embargo, no veo probable que la próxima aspirante a lehendakari vaya a ser mujer.