miércoles, 17 de julio de 2024

¡Ave, César!

El césar Florentino presentó ayer, en loor de multitud, al más caro de sus gladiadores. La masa encandilada, enardecida, arrobada, coreó el nombre de ambos. El gladiador, –desacostumbrado a estos fastos, inhabituales en su república de procedencia–, se mostró ligeramente aturdido. De momento parece que no luce tanto ego como su predecesor en los fastos, el luso conocido como CR7. Pero esto funciona como los melones, que no sabes lo que hay dentro hasta que los abres. El periodismo español, siempre tan fino para detectar las fastuosidades y regalías del poder, se personó en el estadio prietas las filas. Esperemos que la nueva figura caiga con buen pie y no salga del equipo por la puerta de servicio como tantos otros. Entre la selección y este galáctico, el pueblo está que no se baja de la nube. De esta ingrata labor ya se encargará el Gobierno.