El Madrid volvió a perder ayer, en el Bernabeu, frente al Milan (1-3). Y contentos de que no fuera peor como sucedió frente al Barca hace unos días.
El entrenador Ancelotti está anquilosado o bien es incapaz de enfrentarse al dictador Florentino. En cualquier caso está pidiendo a gritos una jubilación.
Entretanto el equipo, plagado de estrellas, es un puro desastre.
Mbappé tiene toda la pinta de ser el típico camelo francés, encumbrado por el buen hacer del todopoderoso marketing gabacho.
De Vinicius casi mejor no hablar. Lo primero que necesitaría este chico es que le dieran unas clases de conducta y urbanidad.
Mejor no decir nada de la grada, con esos retrógrados insultos a Morata, quien al menos se dió el gusto de marcar un gol en la portería blanca.
Aquí ya el único que resiste es Sánchez, el más canalla.
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