Catedral de Burgos. Recién restaurada.
Exposición del fotógrafo y pintor José Manuel Ballester (interesante web) y del escultor Balkenhol. En el claustro.
Las figuras de Balkenhol se esfuerzan, melancólicas, por dejarse ver. Algunas son muy pequeñas. Esparcidas aquí y allá.
Las grandes fotos de Ballester son extraordinarias. Interpreta a la propia catedral. Añade color a la piedra, ilumina los grandes espacios.
Dice el catalogo que la policromía formaba parte de la catedral medieval, que el blanco y negro es una imposición de los siglos XIX y el XX.
Ballester ha tenido la inteligencia de rescatar esto y reinterpretarlo. El resultado es brillante.
Pero el claustro gótico, de doble altura, acapara toda la atención. La piedra tiene un color crema irreal. Hay pequeñas y deliciosas esculturas gastadas por los siglos. El espacio se enmarca con delicadas vidrieras coloreadas y elegantes arcos de fino trazado.
En el patio hay un pozo, una cruz de hierro sobre un pedestal escalonado y turistas haciéndose fotos. La perspectiva se cierra con el muy recargado y espectacular cimborrio.
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Fotos:
-Capilla del Condestable, de J.M. Ballester.
-Escultura de Balkenhol en el claustro.
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