El hombre, o la mujer, permanece sentado sobre un banquillo. El pájaro rey puede que sea mago; su disfraz es una trinchera y un ganapán.
La figura se anima con un sonido de claqué: el choque de las dos tablas que integran el pico del ave. La secuencia sonora tiene su propio ritmo y, tal vez, melodía. Los transeúntes la escuchan regocijados.
Las guirnaldas preludian los próximos festejos. El niño del escaparate del banco tendrá su radio-reloj portátil y colgante.