viernes, 21 de diciembre de 2007

La chistorra y el papamovil



Hacía semanas que no me acercaba por la capital y se me ha ocurrido ir hoy, festividad de Santo Tomás, uno de esos días en que la multitud parece ocupar todo el espacio. Concluída mi gestión me he dado una vuelta por la Concha sin atreverme a pisar las calles más céntricas ni, mucho menos, la parte vieja. He entretenido la vuelta en el tren con un periódico gratuito.

“Todos a por la txistorra”, apela el periódico Qué! (puntuado a la inglesa o a la francesa)- desde su portada de hoy. Sólo en la capital “nos comeremos en txistorra lo mismo que pesa el Peine del Viento: nueve toneladas”, añade el rotativo.

En un recuadrito celeste se informa también que se trata de una tonelada más “de lo que pesan cinco coches familiares o el papamovil.” Realmente curioso. En la página siguiente el titular nos advierte que “para disfrutar bien de la fiesta hay que vestirse de baserritarra” aunque, un poco más abajo, precisa que “no es imprescindible”.

Casi mejor porque, como también se nos informa, el traje de las chicas ronda los 200 euros y 100 el de los chicos, “aunque los hay más baratos”.

En fin, una información exhaustiva sobre el evento que, tradicionalmemnte, inaugura las fiestas navideñas. Y, en efecto, una muchedumbre, procedente de los distintos barrios, afluía a media mañana hacia el centro de la ciudad. Había muchísimos jóvenes, distribuídos en grupos, y la mayoría, ajenos a la carestía de la vida, iban vestidos de baserritarras.

El periódico no facilita la previsión de consumo de vino y sidra pero, a juzgar por el tintineo de las botellas que se escuchaba en las calles, la cifra estará en proporción a la de la preciada chistorra, en proporción al papamovil y, por supuesto, en proporción al Peine del Viento.