"Es increible ver cómo la población, una vez que ha sido sometida, cae de repente en un olvido tan profundo de su independencia anterior que le llega a ser imposible despertarse y recuperarla: de hecho, se apresta a servir tanto sin que la inciten, tan libremente que, al verlo, uno diría que no ha perdido su libertad sino ganado su servidumbre. Quizá sea cierto, de entrada, que uno sirve porque ha de hacerlo, porque le obligan a ello, pero quienes vienen después sirven sin que les pese, y por su propia voluntad hacen lo que sus predecesores hicieron bajo coacción. Resulta así que los hombres, nacidos bajo el yugo, criados en servidumbre, se contentan con vivir como nacieron... adoptando como su estado natural las condiciones bajo las que nacieron".
Bien dicho, Sin embargo, La Boétie se equivoca en un aspecto importante. Las alternativas no son la plácida servidumbre por un lado y la rebelión contra la servidumbre por el otro. Existe una tercera vía, elegida por millares y millones de personas todos los días. Es la vía del quietismo, de la oscuridad voluntaria, de la emigración interior.
J.M. Coetzee
Diario de un mal año
En ABC.
Hoy por hoy la primera vía es impensable, por lo que la segunda, obviamente, no podría darse. Lo que sí tenemos es una sociedad dividida en dos grandes grupos: el de la pasividad y de la lucha. Cada unos de estos grupos, perfectamente compartimentados para albergar todos los matices (que los tienen y muchos) de la inacción y la acción.
ResponderEliminarEste es nuestro tiempo: rebelión más o menos localizada contra los grandes Estados europeos. España, primer estado moderno de Europa, puede dar testimoniarlo. ¿Vamos a atomización? ¿Regresaremos finalmente al homo sapiens sapiens?
Pues no sé yo...