sábado, 5 de enero de 2008

El mercado


El arte contemporáneo es un gran mercado y en un gran mercado puedes encontrar de todo. Pero lo que cada vez resulta más dificil de encontrar es calidad. Para muestra el botón que se exhibe en el Kursal de San Sebastián, procedente del Museo Irlandés de Arte Contemporáneo.

Lo habitual es que en una exposición colectiva puedas encontrar uno o dos cosas interesantes. El resto se cuela de extrangis. Ciertamente, menos es nada.

Lo mejor de esta exposición son dos lienzos de Sean Scully: Azul, de 1981 y Muro de luz, amarillo, de 1999. También destacable una foto en blanco y negro de Marina Abramovic: su propio torso desnudo y ensangrentado tan al gusto de esta artista.

El resto son aguas pantanosas donde se ve naufragar, lamentablemente, a dos artistas de calidad y prestigio bien reconocidos.

La primera es la escultora Cristina Iglesias, con Habitación vegetal, 2002. Se trata de unos paneles constituídos por bajorrelieves adornados con ¡tentáculos de pulpo! entremezclados con formas vegetales. Si la intención de la artista era desgradar puede estar satisfecha con el resultado.

La otra gran decepción es una pieza sin título, del 2001, de la escultora francoamericana Louise Bourgeois. Es una cabeza pequeña y tosca, envuelta en tela rosa e instalada en una caja de vidrio, acero y madera. El envoltorio, al parecer, forma parte de la obra. La pieza parece una pequeña broma.
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Obras de Sean Scully y de Cristina Iglesias que no constan en esta exposición.
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