
El ánimo del turista ha oscilado entre la indignación y la pesadumbre porque ha ido a Sigüenza y no ha podido ver al Doncel, como cree tener derecho (él o cualquiera). Los clérigos de la catedral lo tienen secuestrado.
Ha entrado a las 9 de la mañana en la catedral, casi a oscuras porque el día estaba muy nublado y apenas se filtraba la luz por las vidieras. La falta de iluminación es clamorosa pero, según ha oido, se trata de un asunto teológico en el que, por descontado, no va a entrar.
Casi a tientas se ha acercado hasta la capilla donde se encuentra la estatua de Martín Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza, y se ha quedado con un palmo en las narices porque la capilla está cerrada, sólo se puede visitar mediante una visita guiada -previo pago de cuatro euros- y, además, no hay posibilidad alguna de iluminar el recinto –ni siquiera pagando.

Arrimándose a uno de los muros se puede lanzar una mirada esquinada sobre esta pieza única, maravillosa, elegante y anónima que es la estatua funeraria del Doncel. No se verá gran cosa, pero menos da una piedra. Ni siquiera se pueden hacer fotos o tomar cualquier tipo de imágenes.
Podrá alegarse que, si tanto era el interés, el turista podía haberse sumado a la visita guiada, pero, según le indican en la oficina de turismo, sólo había una en la mañana del sábado y, además, el turista cree tener derecho (él o cualquiera) a contemplar esta obra de arte a sus anchas, durante el tiempo que estime oportuno y sin que nadie le ande cronometrando.
Algún responsable de esta catedral tiene un concepto demasiado restringido del patrimonio artístico nacional y alguna autoridad –civil o eclesiástica- debería hacer algo para que este secuestro de una obra de arte se termine de una santa vez.
Interesante la visita por Sigüenza. Y del 'Doncel' pienso lo mismo que tú porque, si temen algún deterioro, o que se agrave el que ya pudiera existir, ¿no pueden tomar medidas de protección? Un cristal...
ResponderEliminarEs una capilla cerrada por una verja. Dentro hay una serie de monumentos funerarios correspondientes a la misma familia. Tendrían que abrir el acceso a la capilla, como en otras catedrales. Pero aquí han decidido meter a todo el mundo en visitas guiadas (a 4 euros), de las que no consta ni el horario. Es increible, pero así están las cosas.
ResponderEliminar¡Ahhh...! Con la Iglesia hemos topado... (jis)
ResponderEliminarEstamos buenos...
ResponderEliminarMe parece importante resaltar, que además de todo lo bello que has visto en Sigüenza, también se puede visitat el Museo Diocesano de Arte Antiguo, situado frente a la catedral, en el que se pueden apreciar obras desde el románico al barroco de exelente talla y valor, en el se encuentra La inmaculada niña se Zurbarán, obras atribuidas a Salcillo, Luis de Morales y Madrazo.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de la catedral, no me parece tan grave lo que comentas, ya que es una de las pocas catedrales que se puede entrar sin pagar, a la mayoría que he ido tube que pagar solamente para acceder a ella, pero tambien respeto tu opinion, es que lo humanos nunca vamos a ponernos de acuerdo en estas cosas.
No me parece mal que la Iglesia cobre por mostrar su patrimonio, pero si lo hace, debe ofrecer, como el resto de la gente, un buen servicio. Y el que ofrece al día de hoy en la catedral de Sigüenza, en mi discutible opinión, deja mucho que desear.
ResponderEliminarLamentablemente, no se trata de un caso aislado, en lo que al patrimonio eclesiástico se refiere.