“Tengo un cerebro de anarquista y un corazón de monje”, dijo de sí mismo el escritor francés Jules Renard (1864-1910). Y los espléndidos diarios que escribió lo confirman.
Fueron publicados después de su muerte. Se cuenta que su viuda –mujer que le hizo feliz en contraposición a la perversa madre- censuró un buen montón de páginas por su contenido sexual, además de unas cuántas miles de cartas.
Este hecho habla sobre la soledad del escritor, que no encontró mejor albacea que su esposa censora.
En sus páginas encontramos un buen autorretrato:
Un tipo solitario:
"Sólo hago vida social cuando tengo ganas de aburrirme".
Poco amante de las medias tintas:
"Prefiero ser maleducado que trivial".
A veces taoista:
"¿Qué hace el pájaro en la tormenta? No se aferra a la rama: sigue a la tormenta."
Otras muy extraño e inquietante:
"Si aceptásemos el incesto con tranquilidad, el mundo podría rehacerse."
Consciente de sus limitaciones:
"Mi imaginación es mi memoria."
Siempre filosófico:
"Sé modesto. Es la clase de orgullo menos desagradable."
"La moral está en los hechos, no en los sentimientos."
Amante de las mujeres pero con abundantes prevenciones:
"Una mujer inteligente tiene que dejarnos nuestros sueños. Tanto derecho tengo a amar a una mujer como a desear un viaje a Florencia."
"Junto a una mujer, inmediatamente siento ese placer un poco melancólico que se tiene en los puentes al mirar fluir el agua."
“Cornudo. Qué extraño que esta palabra no tenga femenino."
Apegado a la naturaleza:
"Me río de la gran patria. La pequeña patria me impresiona hasta las lágrimas."
"La patria es todos los paseos que puedas dar a pie alrededor de tu pueblo."
Y muy higiénico:
"Es una cuestión de limpieza: hay que cambiar de opinión como de camisa."
Su última anotación:
"Esta noche quiero levantarme. Pesadez. Una pierna cuelga fuera. Luego, un hilillo húmedo fluye a lo largo de la pierna. Tiene que llegar al talón para que me decida. Se secará en las sábanas como cuando yo era Poile de Carotte."
Blog amoureux de Jules Renard