En pleno agosto, paseo por los senderos de este parque imaginándolo sin los coches que abarrotan los accesos, sin turistas, sin playeros, sin ruido.
Lo sueño en otoño, en primavera, en invierno. Me recuerda a Knut Hamsun. Qué lugar para perderse una temporada.
Dunas, marismas, arroyos, playas, bosquetes de pinos, senderos de tablas y de arena.
Peñascos, rompientes, el contínuo bramido del mar.
De vez en cuando una escapadita hasta el mirador: la ría, las islas atlánticas, la duna que se despereza.
Parque natural dunas de Corrubedo
---
¡Jooo! Se me han llenado los ojos de azules...
ResponderEliminarArriba van unos pocos más... Buen día, Mertxe.
ResponderEliminarYa que este año me lo perdí, por primera vez en muchos, es agradable ver este post.
ResponderEliminarSaludos desde Cantabria,
JP
Gracias, JP.
ResponderEliminar