miércoles, 1 de octubre de 2008

El amor, como la sal

Yace cristalino en nuestras manos
demasiado intrincado para descifrar

Entra en la sartén
sin pensárselo

Se derrama sobre el piso, tan delicado
que todos pasamos por encima

Llevamos un pellizco en cada pupila

Nos sale en la frente

Lo guardamos en nuestros cuerpos
en secretos odres

En la cena, lo pasamos por toda la mesa
hablando de vacaciones junto al mar.

Liser MUELLER

(versión de Antonio Mengs)

Adamar, revista de creación

2 comentarios:

  1. ¡Vaya simil más logrado! Precioso el poema, precioso, precioso.

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  2. Opino lo mismo, Mertxe. Cuanto más lo leo, más me gusta.

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