domingo, 6 de septiembre de 2009

Libros prestados -Eufemismos

Los lectores de libros prestados también tenemos nuestro corazoncito. A mí, por ejemplo, no me molestan las acotaciones y los subrayados ajenos –suelen servirme para averiguar qué tipo de cretino me ha precedido en la lectura-, pero hay un par de cosas que encuentro irritantes en los libros públicos. La primera, las anotaciones opinativas incrustadas en los espacios en blanco. Obvio decir que la mayoría bordean la oligofrenia. La segunda, los tipos que doblan las esquinas de las hojas a modo de marcapáginas. Uno esperaría un poco de respeto hacia lo público por gentes que se toman la molestia de leer, pero se ve que no siempre es el caso.



A subir los impuestos en la provincia el periódico local lo llama –a toda página y en portada- “revisar el modelo fiscal”. Más adelante, también a toda página- a enviar más soldados a Afganistan lo titulan: “Más tropas y menos defensivas”. Como dice el refrán: “Lo falso no quita lo cursi”.

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