En la parte trasera de sendas autocaravanas encuentro estas pinturas tan atractivas. Son los lugares a los que uno soñaría ir en el caso de disponer de una autocaravana como éstas.
Son en realidad lugares soñados, lugares que ya no se encuentran ni viajando dentro de uno de estos flamantes vehículos que uno imagina equipados con todo lo necesario para llevar a cabo una vida nómada.
Pero estos oasis paradisíacos no existen o, mejor, dejaron de existir hace ya décadas.
Pero estos oasis paradisíacos no existen o, mejor, dejaron de existir hace ya décadas.
El escritor y viajero Paul Bowles dejó dicho en su autobiografía, a mediados de los cincuenta, que ya no merecía la pena viajar porque el mundo se ha estropeado definitivamente.
Estas obras son más fruto del deseo que de la realidad.
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