Mi entrada en materia es dura. Habría podido evitarlo y seguir “verosímil”. Me interesan los desvíos (…) nuestras bocas se entremezclaban en un beso enfermo.
La prohibición sexual como prejuicio rechazable es vana. Sería volver a la animalidad. La extrema licencia, asociada a la diversión, es un rechazo a tomar en serio –a lo trágico- la verdad del erotismo.
La alegría es lo mismo que el dolor y que la muerte.
La risa nos desvía de la identidad entre placer extremo y dolor extremo: identidad del ser y de la muerte.
Afinidad entre la repugnancia y el deseo.
Sólo llegamos al éxtasis en la lejana perspectiva de la muerte.
Sólo la belleza hace tolerable una necesidad de desorden, violencia e indignidad que es la raíz del amor.
Georges Bataille
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