jueves, 3 de marzo de 2011

Cioran, España, decadencia, Teresa de Avila


“Yo estoy en realidad hecho para España, para la lengua española. Yo deseaba en realidad ir a España. Después de la guerra solicité una beca en este sentido. Yo era un fanático de Teresa de Avila. Y lo soy aún. Es una pasión casi morbosa. La amaba también en tanto que escritora; el exceso, sobre todo, me fascinaba en su caso. Un exceso que le venía de esa locura muy particular, inconfundible, propia de España. España, yo estaba embrujado por este país. Había leído todo Unamuno… y mi única satisfacción, antes de la guerra, fue ver España. Tengo este viaje por el más impresionante y el más bello de mi vida. Era la España anterior al turismo. El viaje duró tres semanas, viajaba en tercera clase, me alojaba en condiciones deplorables, pero estaba absolutamente encantado. He vuelto en seis ocasiones, pero ha sido un error. No debí volver. Las cosas guardan su verdad cuando se las conserva en el recuerdo; su realidad reencontrada empalidece comparada con la impresión extraordinaria del primer encuentro. España me fascinaba porque ofrecía el ejemplo de los más prodigiosos fracasos. Uno de los países más poderosos del mundo llegando a semejante decadencia.”

E.M. Cioran

(Entrevista con Gabriel Liceanu. Liceanu es autor de Itinéraires d´une vie: E.M. Cioran, breve pero interesante biografía ilustrada del escritor rumano, Editions Michalon, 1995)

Cioran en Ibiza


El cuaderno de Cioran