lunes, 31 de octubre de 2011

La muerte no es nada

La víspera del Día de Difuntos, en la entrada del cementerio malagueño de Gaucín, encuentro esta inscripción: 

La muerte no es nada. Es solamente como si durmiera en la habitación contigua. 

Yo sigo siendo yo, y tú sigues siendo tú, y aún seguiremos siendo los mismos el uno para el otro. 

Sígueme llamando como lo solías hacer y sígueme hablando como antes lo hacías. No cambies tu tono de voz ni lo hagas más solemne, ni tampoco sientas pena por mí. 

Sigue sonriendo como si aún yo estuviera aquí. Piensa en mí, reza por mí, y procura que mi nombre se pronuncie siempre de manera natural, sin que haya sombras a su alrededor. 

La muerte es un proceso natural y yo sigo aún en tu corazón, aunque no me veas siempre estaré a tu lado. 

La vida continúa y todo está bien.