miércoles, 12 de diciembre de 2012

Vahos de mar

Esta mañana la orilla del mar parecía como si respirara. Emitía vahos de un metro de altura. Parecía una sauna de vapor modelo turco. Sólo recuerdo haber visto algo parecido en una ocasión. A esas horas tempranas, medio dormido aún, me ha costado un rato averiguar la causa.
La causa eran los cero grados que marcaba el termómetro. Las gotas de agua salpicadas por las olas se condensaban en el aire. El efecto era sugerente y misterioso. Las gaviotas se escondían entre esta neblina.
Lástima que no llevaba la cámara. Por la tarde la he sacado un rato. Los árboles tienen ahora aspecto leñoso.

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