miércoles, 21 de junio de 2017

La decencia

En el asunto de los dos concejales podemitas madrileños que se muestran remisos para cumplir su propio código ético, está pasando desapercibida una circunstancia interesante. Ambos ediles encargaron a los servicos jurídicos municipales que investigaran la legalidad de una actividad realizada por el exalcalde pepero Gallardón. Como el resultado fue negativo, los muy perseverantes decidieron encargar el asunto a una empresa privada y, además, lo hicieron a dedo, en la mejor tradición carpetovetónica. Esta “privatización”, este recurso a lo privado en detrimento de lo público, este destello de “liberalismo”,  es reseñable entre podemitas, tan amantes ellos de lo público y lo estatal. Lo segundo, el encargo a dedo, es pura tradición. Como es tradición el incumplir los códigos éticos. ¿Dónde se ha visto en España a un redactor de códigos éticos que los cumpla? Los códigos éticos se crean para que los cumplan… los demás. El único código ético que funciona es la decencia, pero la decencia es un tema que, como quien dice, ya ha pasado a la Historia.