Por segundo día consecutivo
el periodista Santiago González ha manifestado, en el programa de radio del que
es colaborador, que el exlehendakari Ardanza no acudió al funeral por las
víctimas de Hipercor que tuvo lugar en la catedral de Barcelona el 24 de junio
de 1987, hace treinta años. El primer día que lo escuché, ayer lunes, me
pareció extraño. Acudí a un periódico y verifiqué la asistencia de Ardanza. Tal
vez yo había escuchado mal la noticia, puede ocurrir en la radio. Esta mañana,
casualmente, he vuelto a escuchar a Santiago González en la radio y ha vuelto a
decir lo mismo: que el exlehendakari Ardanza no acudió a los funerales por las
víctimas de Hipercor. Esta vez he aguzado bien el oído. Consulto una segunda
fuente, por si acaso. El diario El País en esta ocasión. En la crónica del acto
religioso no queda la menor duda de la presencia de Ardanza. Hay varias
circunstancias extrañas en el hecho que comento: 1. Que nadie haya alertado a
la emisora y al periodista del error (raro, porque la emisora es importante).
2. Que hayan alertado y tanto la emisora como el periodista hayan declinado
corregir semejante error; y 3, que no haya sido un error.
