viernes, 10 de enero de 2020

Dueñas y el monasterio de San Isidro


Las cigueñas anidan sobre la iglesia de San Agustín en Dueñas

Desde Ampudia nos desplazamos hasta la vecina Dueñas, conjunto histórico-artístico. Tiene censados unos 2600 habitantes y aparece mucho más animada, entre otras razones porque, finalmente, la niebla ha dejado paso a un agradable sol invernal que, al menos, templa un poco la gelidez del mediodía.

Tras un somero paseo por el casco histórico llegamos a la gran plaza. Estamos en la comarca palentina del Cerrato, en el punto donde confluyen los ríos Carrión y Pisuerga, afluentes ambos del Duero. Su situación estratégica ha sido decisiva en el desarrollo de esta villa.

Iglesia de Santa María de la Asunción

Hay varias iglesias interesantes pero, tras el fiasco de encontrar todo cerrado en Ampudia, lo que más nos apetece es sentarnos a comer. Nos dejamos guiar por una vecina, que nos recomienda un par de restaurantes y nos decantamos por el más próximo, situado en la misma plaza, La parrilla del escudero, se llama.



       Portada de la iglesia de San Agustín

En el comedor del piso superior damos cuenta de un rico menú a base de garbanzos fritos, carne guisada y tartas, todo ello regado con un rosado de la tierra. Debidamente reconfortados, damos un agradable paseo por la ruta del sol. Alcanzamos la zona donde se encuentran las cuevas y las antiguas bodegas subterráneas. Estas bodegas, de las que sobresalen unas chimeneas, están excavadas en la tierra y tenían la virtud de mantener su interior a una temperatura constante, entre 13 y 15 grados. En la actualidad se utilizan con fines recreativos, como sede de las peñas locales.

En el mismo cerro había también cuevas que se empleaban con fines residenciales. Se atribuye este uso a los moriscos quienes, tras los levantamientos de Las Alpujarras, en el siglo XVI, recalaron en estas tierras castellanas.

El monasterio de San Isidro de Duelas
Dejamos las iglesias y monumentos de Dueñas para otra ocasión y nos dirigimos hacia el Monasterio de San Isidro, situado a escasos kilómetros, al pie de la autovía a Palencia. El conjunto monástico es regentado desde 1890 por la orden del Císter de la Estricta Observancia.

La capilla del hermano Rafael y su sepulcro
Del primitivo estilo románico quedan algunos restos, pero la actual edificación es herreriana. Este estilo fue adoptado tras el incendio que sufrió en 1604.

Este monasterio tiene sus orígenes en el siglo VII. Nada menos. En aquella época fue devastado por la invasión musulmana. Posteriormente, Alfonso III ordenó su restauración y transformación en cenobio benedictino. En 1073 otro Alfonso, el VI, lo dona al monasterio benedictino de Cluny.

El horario litúrgico del monasterio

Tras un periodo de decadencia en el siglo XIV, los Reyes Católicos se ocuparon de recuperarlo, al igual que hicieron con otros monasterios de la época. La consabida ocupación napoleónica lo dejó muy maltrecho y la desamortización de Mendizábal acabó de rematar la faena.

Tampoco pudimos ver el interior, salvo la capilla del hermano Rafael Arnaiz, que fue canonizado en el 2009 por Benedicto XVI. El monasterio, que en nuestros días es un importante centro de espiritualidad cisterciense, dispone de hospedería.

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