Vertidos
Al atardecer me asomo a la bahía y llego hasta la playita junto a la escuela de vela: está abarrotada de desechos que el mar ha depositado tras los últimos temporales. La imagen es deprimente aunque seguro que en unos días desaparecerá gracias a la eficacia de los servicios de limpieza.
Es cierto que la mayor parte son restos vegetales pero también hay muchos plásticos. Muchísimos. Si sólo a esta diminuta playa ha llegado toda esa cantidad de plásticos, aterroriza pensar la ingente cantidad de porquería que arrojamos al mar.
Y todavía asusta más el saber que los vertidos a los mares son sólo una pequeña parte de los destrozos que le causamos a la naturaleza. Lo que ya termina de rematar la tragedia, pues esto es una auténtica tragedia, es que este proceso de degradación no sólo no se ha ralentizado sino que aumenta cada día.
Esto, naturalmente, tendrá un límite, y sus efectos ya se han hecho notar. Ya podemos inventar todas las vacunas que la industria farmaceútica tenga a bien vendernos. Sólo serán parchecitos. Y detrás de una pandemia vendrá otra. Y no hace falta ser un profeta para intuirlo.
Los humanos, de una forma u otra, acabaremos con el planeta. Yo al menos no tengo ninguna duda.
DSK
Ayer terminé de ver la serie documental sobre el político francés Dominique Strauss-Kahn y la acusación de violación de que fue objeto por parte de una limpiadora en un hotel de lujo de Nueva York.
Este hombre, militante del Partido Socialista, era presidente del Fondo Monetario Internacional y, además, el favorito de todas las encuestas para hacerse con la presidencia de la República francesa.
Tras pasar por un auténtico calvario mediático y judicial, DSK fue absuelto de los delitos que se le imputaban, aunque para ello tuvo que recurrir a los mejores abogados y, finalmente, pagar una considerable indemnización a la limpiadora.
Todo ello, junto a otras acusaciones similares que fueron saliendo al calor del caso neoyorquino, y de las que también fue absuelto, supusieron el final de su carrera política.
En mi opinión lo más interesante del documental (cuatro capítulos), además de las luchas sin cuartel por el poder, es el retrato que se hace de un rico y poderoso libertino moderno. Es curioso que, al principio de destaparse el asunto, la popularidad de DSK en Francia no disminuyó. Esto no ocurrió hasta que no se celebró otro juicio en el que se le acusaba de proxenetismo, una acusación que se caía por su propio peso, porque una cosa es ser un consumidor de prostitución y otra ser un proxeneta, aunque las mujeres de Femen opinen lo contrario.
En la patria del marqués de Sade, todos estos asuntos relacionados con el libertinaje se llevan con alguna tolerancia e incluso resultan bastante literarios, pero, según parece, tener un presidente de la República aficionado a las orgías, al intercambio de parejas y a juegos similares, resulta excesivo, incluso para Francia.
Escritores
Jerarquía social de los escritores en España:
Los del sistema y abajofirmantes: la élite.
Los del mercado: la clase media y media alta.
Los aficionados con pretensiones: la clase media baja y baja.
Los parias: el resto.
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