jueves, 22 de julio de 2021

Castrojeriz, antigua y monumental

Plaza Mayor porticada y Ayuntamiento

Fachada de adobe

Hace mucho calor estos primeros días de julio al oeste de Burgos. Los peregrinos llegan poco a poco hasta Castrojeriz después de una larga y asfixiante caminata desde Burgos.

Ha pasado una década desde nuestra última visita a esta localidad. Dejamos el coche frente al cuartel de la Guardia Civil y ascendemos hasta la calle Real, larga de un kilómetro y medio, por donde pasa el camino de Santiago. Antes nos detenemos a tomar un café en la agradable y tranquila terraza del Iacobus. Es un hotel instalado en una bonita casa colonial, con dos torres, de finales del XIX.




Monumento al fuero de Castrojeriz
La casa del silencio


Iglesia de Santo Domingo

Castrojeriz se levanta ceñida a la ladera de un cerro, en cuyo alto pueden verse las ruinas de un castillo. El origen del castillo está en un castro visigodo y romano. El edificio, del que partían las murallas que envolvían la localidad, ha tenido una gran importancia en las guerras dinásticas castellanas y en las de la Reconquista. Se dice que en él fue asesinada, en 1359, la reina Leonor de Castilla. 

La impresión que me produce esta nueva visita es que todo permanece más o menos como estaba, aunque han proliferado los alojamientos para los peregrinos y la señalización ha mejorado bastante.

Tras contemplar la iglesia de San Juan, de la que anoté ayer aquí, retrocedemos hasta la plaza porticada, donde hay algunos comercios de aire antiguo y está la casa consistorial con sus banderas. Llama la atención, en una esquina, un nutrido y colorido grupo de lavandas en flor.


El paseo del día, además del casco urbano, consiste en llegar hasta las ruinas del convento de San Antón, a unos dos o tres kilómetros hacia el este, siguiendo el Camino. Para ello pasamos por otra iglesia, la de Santo Domingo, que también está cerrada. En la fachada aparecen esculpidas dos calaveras con sus tibias cruzadas. Forman parte de un antiguo osario. En la de la izquierda figura la inscripción “O mors (¡Oh muerte!) y, a la derecha “O aeternitas” (Oh, eternidad). En la parte superior hay una inscripción en latín que dice: “Vosotros todos los que pasáis por el camino mirad y ved si hay dolor semejante al dolor que me atormenta con el que el Señor me ha herido el día de su ardiente cólera.” (Jeremías 1/12).

Un poco antes, a mano derecha, se ve el monumento al fuero de Castrojeriz. Fue otorgado, en el 974, por el conde García Fernández. Es el más antiguo de Castilla.

Arquitectura tradicional castellana
El Iacobus





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