PEREGRINATIO CORPORIS le llaman al asunto. Consiste en coger un ataúd papal del Vaticano y llevarlo en peregrinación hasta algún lugar –habitualmente su localidad natal– para que los fieles, debidamente organizados y transportados, lo veneren. Esto lo van a perpetrar, el próximo octubre, con el cadáver de san Pío X (1835-1914), que será traslado 500 kilómetros hasta su pueblo natal.
En la historia moderna, será el tercer Papa al que le aplican este peregrino viaje postmortem. En 2001 lo hicieron con Pío IX, también santo si no estoy mal informado. Y, en 2018, le dieron un paseo a Juan XXIII. Siempre en compañía de una gran movilización de masas debidamente adoctrinadas y estimuladas.
Para cuando Guy Debord publicó su famoso libro La sociedad del espectáculo, en 1967, ya estaba todo inventado.