miércoles, 30 de octubre de 2024

Tiempos de destrucción


Deshabitada durante años,

he visto cómo la arruinaban día a día.

Debe ser de los años veinte,

quizá anterior. Es una de las villas

más hermosas de Hendaya.

Cuando los bárbaros juveniles intentaron

apoderarse de ella, los ignotos

propietarios tapiaron puertas y ventanas.

Luego llegaron los niñatos

y la pintarrajearon.

Pero aún conservaba su belleza,

cada vez más distante y ajada.


Todos los días paso a su lado,

hasta la fatídica mañana de hoy,

29 de octubre de 2024.

Otoñea el majestuoso roble que la escolta

desde una esquina de la finca;

sus ramas se inclinan sobre la carretera.

Hoy han comenzado a derribarla.


Era cuestión de tiempo: primero

la abandonan y luego la derriban.

Me pregunto qué pasará con el roble

y con el resto del arbolado.

Supongo que correrá la misma suerte

que la casa. Es una parcela

muy codiciada y nada bello debe

quedar en pie. Tiempo de destrucción,

impuestos y plusvalías.