viernes, 8 de noviembre de 2024

Divinas apariencias

Si alguna vez –por circunstancias ajenas a mi voluntad–, me asomo a un informativo televisivo, me admira la cantidad de información que contiene, y por un momento, tengo dudas de si hago bien privándome de estos medios de manipulación de masas.

Tengo fe en las imágenes. Las imágenes son para mí fundamentales. Soy uno de esos que creen que una imagen vale más que mil palabras. Pero una imagen; mejor dos o tres. ¡No un millón de imágenes repetidas una y otra vez!

Porque la avalancha de imágenes lava el cerebro, como bien saben comunicadores y publicistas. Sin embargo, en su justa medida, las imágenes son muy esclarecedoras.

Y ello por una razón bien sencilla: las apariencias nunca engañan. Todo es lo que parece o, al menos, eso me parece hoy.

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