La luz de la mañana de otoño es un lento crescendo que apenas logra atravesar los visillos. Parece deslizarse lángidamente hasta el suelo como rozando la penumbra de la habitación. Un sinuoso manto de niebla oculta las cimas montañosas y los perfiles de los acantilados de la costa. La bóveda celeste destila una llovizna tenue y pertinaz.
Cuando cesa la lluvia levanto la vista hacia el cielo atraído por una sinfonía de graznidos. Entonces recuerdo que en estos días se produce el paso de las aves migratorias. Veo las líneas móviles que trazan los bandos de patos que se desplazan en formaciones cuyo trazado cambia con una fluidez acuática. Se mueven principalmente en forma de cuña con un ejemplar que ejerce de guía. Los movimientos de todos ellos parecen acompasados y armoniosos, siempre tendentes al mantenimiento del orden en la marcha y a economizar la energía.
Al llegar a la altura de las marismas de Txingudi se paran y parecen dar vueltas sobre ellas. Sin duda han encontrado un buen lugar para hacer un alto y reponer energías. Me alegra tenerlas aquí al lado tanto como el paso de estos aguerridos viajeros.
---
Unas fotos preciosas
ResponderEliminarA esos aguerridos ya lo he visto pasar por aquí, y eso que les han diezmado los refugios. Entre el desaforado turismo y el no menos desaforado secadal para alojar los invernaderos de flores y productos hortícolas, es seguro que centenares de aves no hagan escala en el Maresme, y sigan recto hacia arriba.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHe llegado aquí desde tu artículo sobre Lerma, pasando por tu despedida del blog del que aquel formaba parte.
ResponderEliminarMe gustó la entrada porque, como muchos otros vizcaínos, he pasado y parado muchas veces en esa bella y diminuta localidad burgalesa. También leí el texto con agrado por su ritmo, y porque, de todas las cosas que se podían decir, de las infinitas que componen la realidad, incluye las positivas y eso siempre es de agradecer.
Yo también tomo fotos y las cuelgo, aunque no lleguen a la calidad de las tuyas ni pueda acompañarlas de tan buenos textos. Cada uno da lo que puede.
Un saludo.