miércoles, 12 de diciembre de 2007

Aprovechando el vendaval





Cuando sopla fuerte el viento aparecen en la playa, con puntualidad republicana, los windsurfistas y los surf-parapentistas. Hasta hoy no había visto nunca esta nueva modalidad deportiva: el carrito o la goitibera surfera. Aquí dos ejemplos: uno de cuatro ruedas y el otro de tres y dos plazas. Se mueven por la orilla a considerable velocidad y no poco regocijo. A los pilotos, como es habitual entre los deportistas franceses, no les falta detalle en el equipamento.




El buscametales es otro de los habituales de los temporales. Es un trabajo solitario, pacienzudo y laborioso. El equipo que utilizan -el detector en una mano, una pala en la otra para hacer agujeros y un artilugio eléctrico abrochado a la cintura- no parece demasiado cómodo ni ligero. Son capaces de pasar largas horas perforando la arena, en medio de una borrasca y sin inmutarse. Al igual que los topos dejan tras sí un rastro de agujeros. Su indumentaria siempre incluye una capucha.



El windsurfista se deja ver poco por esta costa, pero cuando se dan las condiciones eólicas adecuadas aparecen media docena, perfectamente equipados, dispuestos a meterse en medio de la marejada. Entre unos y otros esta playa mantiene todo el año una gran actividad.
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Hendaya
9.12.07
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