lunes, 4 de febrero de 2008

Ocaso de invierno





Los anocheceres son ahora rápidos y aparentemente anodinos. Sin embargo, en pleno invierno, a la naturaleza –siempre imprevisible- le gusta a veces adornarse con colores tan cálidos como estos.







El aire del sur, una jornada de nubosidad caprichosa y unas claridades sobre el horizonte amenizadas por nubes finas y deshilachadas, han propiciado semejante intensidad.
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Hendaya
1.2.08
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7 comentarios:

  1. Recuerdo otro amanecer inflamado, también invernal, durante una visita al Maestrazgo. Entonces creí comprender el porqué de la bandera de la comunidad valenciana...

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  2. Anónimo4/2/08 22:27

    Hola, hola...impresionante, ¿estás cambiando tus azules por los amarillos-misosos, rojos-atardeceres....? tengo que repasar tus post... no se si me he perdido algo por la mitad.
    sigue siendo un placer leerte.

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  3. Anoche estuve mirando estas llamas. Hoy, con la luz mediterránea a toda pastilla, vuelvo para verlas otra vez. ¡Jopé!

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  4. Anónimo5/2/08 19:00

    Bravo pour les photos, elles sont superbes !!!

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  5. Anónimo6/2/08 10:13

    Es absurdo, lo sé, pero estas fotos me han recordado a un campo de batalla. Seguramente la dura y eterna batalla del sol por salir día a día.
    Un saludo

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  6. Muito obrigada pela visita. Também gosto muito do nascer do dia, mas ainda mais do final.

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  7. Muchas gracias a todos.

    Olvido: No es tan absurdo lo que dices. Es por el color sanguina que resulta muy dramático.

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