El Larún al este
Las Peñas de Aya al sur.
Algunos días las nubes pasan tan bajas que chocan contra las montañas. La visión de las cimas surgiendo y ocultándose entre blancos y grises produce un lirismo misterioso y ancestral. Pero cuando la situación se prolonga, los ánimos se apagan.
Sólo la ermita de San Marcial, porque está más baja, parece quedar un poco al margen.
Es raro, aunque también ocurre, que el mar (al norte) y las montañas se oculten al mismo tiempo. Con el cielo tapando el pasisaje a mis espaldas, sólo queda un pequeño resquicio azul sobre el océano.
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Hendaya
7.3.08
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