miércoles, 16 de abril de 2008

Carroñeros


Te echas una cabezadita al sol, después de una noche sin dormir, al lado de un tipo sin afeitar que se come un bocadillo, y te ponen a parir. Ni siquiera vale que lleves una elegante americana verde pistacho. Así con la actriz Terelu Pávez, una de las mejores del elenco nacional.

Cuanto más grande, mayor escándalo. Hasta de su padre se han acordado, como si los hijos fueran responsables de lo que hagan o dejen de hacer sus padres.

Qué nivel, Maribel. Y luego esta carroña televisiva y dicen que periodística se pone una medalla tras otra.

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Deslumbrados por el nuevo staff ministerial -y su alegre y colorida imagen-, a muchos se nos había pasado por alto. Aún todavía los ministros prometen sus cargos delante del Crucificado. El País. com nos lo recuerda desde su portada. Pero tampoco se sabe de ninguno que haya dicho: “Perdonen, ¿les importa quitar esa cruz mientras prometo el cargo?” ¿Somos o no somos?

Sin embargo, a las 10 de la mañana, en el citado digital, aún todavía no hay la menor alusión al trasvase que no es trasvase del Ebro. No es que tenga demasiada importancia –visto el panorama- pero debe ser complicado explicar eso del trasvase que no es trasvase en un titular.

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Visto en televisión. Un simpático hombrecillo, en el trance de jurar o prometer su nuevo alto cargo, se interrumpe en mitad de su parlamento. La concurrencia le observa estupefacta y él rompe el protocolo para anunciar sonriente que se ha equivocado al leer su nuevo destino: estaba prometiendo el cargo que acaba de abandonar. La engalanada concurrencia rompe en aplausos. El hombrecillo saca un segundo papel y lee, correctamente, su nuevo destino. Todos ríen.

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La poca decencia que hay en televisión brilla con luz propia. Así Callejeros. Los viernes por la noche en La Cuatro. Un impresionante reportaje sobre transexuales. La clave: dar la palabra a la gente. La gente tiene mucho que contar. Debería ser la esencia de la televisión, y del periodismo, pero no lo es. Hoy el periodismo está para servir de altavoz al poder y sus voceros.