jueves, 10 de abril de 2008

Periodistas, los nuevos funcionarios


La imagen y la palabra se contraponen. La costumbre de compaginarlas proviene del periodismo. Pero cada día estoy más convencido de que no deberían mezclarse. Una buena imagen no requiere apoyos textuales. De la misma forma que las palabras deberían ser autosuficientes y no precisar de ninguna imagen. Pero esto no ocurre siempre y es muy dificil delimitir los casos.

Al final, todo cansa. Dos de las cosas más abrumadoras del mundo son las bibliotecas y los museos: las palabras y las imágenes. Uno pasa dos o tres horas en cualquiera de estos lugares y termina con la mente abotargada. Una vez más se confirma: todo requiere su medida.

*

Andan quejosos estos días en la Cope porque Ruiz Gallardón, el alcalde de Madrid, no les ha invitado a participar en su comitiva durante un viaje a China. En nuestro país –y puede que en otros muchos- los periodistas viajan con cargo al erario público. Es la costumbre. Una costumbre que dice mucho sobre la independencia de la prensa y sobre el uso de las recaudaciones impositivas. ¿Nuevos funcionarios? No tan nuevos. Esto viene de lejos.
*
Me he tropezado en televisión con Secretos de un matrimonio, de Igmar Bergman, ya comenzada, y me he quedado atrapado sin poder despegarme de la pantalla. En esta excelente reseña veo que hay otros dos personajes, que salen al principio, pero yo sólo he visto a la pareja protagonista. Ambos hacen un trabajo admirable, pero la interpretación de Liv Ullmann es arrebatadora. Casi todo el peso de la obra recae sobre ella. Su belleza va de dentro a fuera, parece irradiar desde lo más profundo de su ser.
Pero el que verdaderamente asombra es Ingmar Bergman, guionista y director de esta pieza maestra. Cómo desnuda para el espectador las complejidades, las emociones, las motivaciones que hay detrás de la relación amorosa entre un hombre y una mujer es algo que te deja perplejo. Cuando ya crees que has logrado penetrar en las motivaciones de estos dos seres humanos todavía se permite Bergman otra vuelta de tuerca en el análisis, todavía descorre otro velo de sus almas y uno tiene la sensación de que podría seguir haciéndolo indefinidamente hasta llegar, quizá, a la sencillez más desnuda, hasta la esencia de la humanidad, hasta la misma mente del Creador.

*

Sánchez Dragó tiene un sentido de lo castizo demasiado agudo. Siempre le gusta echar unos cuantos borrones en su prosa, en especial borrones sexuales. Al parecer, venden bien. En cualquier caso, le salva su coraje y su sentido del humor.

En su recién estrenada página web del diario El Mundo me entero de la muerte de Antonio Cabezas, un niponólogo. Los aficionados a la poesía japonesa le debemos muchas traducciones y trabajos divulgativos.

En mi biblioteca encuentro los Cantares de Ise (Ise Monogatari), un clásico de la literatura japonesa que se difundió hacia mediados del siglo X y Haikus inmortales. Ambos en la editorial Hiperión.

Se yergue el roble
sin importarle nada
de los cerezos.
(Basho)

Flora el ciruelo
y canta el ruiseñor,
pero estoy solo.
(Issa)

*

En la revista Adamar descubro a un poeta: Billy Collins, norteamericano de 1941. Cinco poemas. Suficientes para hacerse una idea. Humor y claridad, dos cualidades tan importantes como escasas.

Me gusta recibir esta publicación electrónica. Me encanta su diseño y siempre encuentro algo en su interior que me interesa.