viernes, 11 de abril de 2008

Las nubes






Estos días en que un ejército desordenado de nubes pasa majestuoso sobre nuestras cabezas qué gran encanto tienen. Grandes masas algodonosas, que se alternan con pequeños claros azules, caminan a buen paso hacia grandes espacios abiertos.

Esas nubes blancas, inocentes, que se deslizan a gran altura para aliviarnos de los rigores del sol, qué distintas son de esas otras oscuras, tan abundantes en esta tierra, que se ciernen sobre las montañas, velan la luz y apagan los ánimos más resueltos.

El sol sale y se esconde con un ritmo estimulante, la luz lo invade todo y parece anunciarse la llegada del verano.

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Ya hace un año que leí esta novela deliciosa. Ahora me encuentro con una entrevista a su autor que me la recuerda.