viernes, 11 de abril de 2008

Las nubes






Estos días en que un ejército desordenado de nubes pasa majestuoso sobre nuestras cabezas qué gran encanto tienen. Grandes masas algodonosas, que se alternan con pequeños claros azules, caminan a buen paso hacia grandes espacios abiertos.

Esas nubes blancas, inocentes, que se deslizan a gran altura para aliviarnos de los rigores del sol, qué distintas son de esas otras oscuras, tan abundantes en esta tierra, que se ciernen sobre las montañas, velan la luz y apagan los ánimos más resueltos.

El sol sale y se esconde con un ritmo estimulante, la luz lo invade todo y parece anunciarse la llegada del verano.

*

Ya hace un año que leí esta novela deliciosa. Ahora me encuentro con una entrevista a su autor que me la recuerda.

12 comentarios:

  1. Había escrito algunas líneas, pero quedaron oscuras como el atardecer de un domingo lluvioso.

    Un saludo.

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  2. Interesante lo que cuentas sobre ‘La teoría de las nubes’ Hablaba hace poco con un amigo que tuvo un problema muy parecido y hoy , ya con hijos, todavía acude al psicólogo por una infancia en la que se ensimismó en exceso y sus padres tampoco supieron actuar. Estos días vi una película (que en otras proporciones, pero que viene al caso) trataba ‘exageradamente’ un tema parecido y claro el problema es que los padres, casi siempre, no son John Cusack.
    Buen día

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  3. Glo. Las tardes de domingo ya no son lo que eran y los comentarios oscuros también son interesantes. :-)

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  4. El comentario que hice cuando leí "La teoría de las nubes" está inspirado en la primera frase de la novela, que me llamó mucho la atención. Es curioso que la obra camina luego por otros derroteros.

    En la entrevista que enlazo el autor declara que la frase está inspirada en el poema de Lorca dedicado a Ignacio Sánchez Mejías. Nunca lo hubiera pensado, al margen de la obviedad de la hora, las cinco de la tarde.

    Si cada hora tiene su personalidad -y algo debe haber cuando existen los Libros de Horas-esa hora, las cinco de la tarde, qué extraña es.

    Por cierto, Olvido, ¿recuerdas el título de la película?

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  5. "El niño de Marte" y aunque no es una gran película pero me gusta la gente 'diferente';-)
    Buenas noches

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  6. Kaixo Juan Luis.
    Esta temporada dispongo de tiempo y ganas para leer. Compraré la novela y te diré que me ha transmitido.
    Hoy también el cielo está todo "revoltijado", como un niño que, cuando está cansado, ríe y llora en un plisplas.
    Pero estáte seguro que vamos hacia el azul,,,,
    Un muxu cálido.

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  7. De niña me asustaban mucho las nubes gordas y negras. No era una niña medrosa, todo lo contrario si no recuerdo mal, pero siempre asociaba esas masas con la amenaza de tormente... y las tormentas... Bueno, digamos que ahí tenía yo mi talón de Aquiles.

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  8. Marea,

    Mira que en la biblioteca de Donosti tienes la novela, no vayas a gastar el dinero y que luego no te guste...
    Bueno, con esto del tiempo, salga el sol por Antequera. A mi me gusta todo.
    Besos

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  9. Bueno, Mertxe, a ver a quien le gustaban las tormentas de niño, con esos horribles truenos que te daba un vuelco el corazón...
    :-)

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  10. Hay un poema de Baudelaire sobre las nubes que te recomiendo. Es el primero de Spleen de París o pequeños poemas en prosa, se llama L'Étranger y es una conversación con un hombre que no cree en nada, patria, amor, amistad, etc., nada salvo las nubes...

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  11. Isabel. Gracias por el regalo de recordarme este poema. Qué comienzo para ese libro encantador.

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