Leonard Cohen, Everybody Knows
Un programa de radio nocturno. Los oyentes cuentas cosas. El tema: unos caballeros van a un prostíbulo y se encuentran allí, trabajando, a la novia de un amigo. Gran dilema: ¿Hay que informar al amigo de lo visto?
Tras varias intervenciones –casi todas partidarias de un caritativo silencio- llama un hombre que trabaja de segurata en este tipo de negocios, un connaisseur. Como es natural el experto pone las cosas en su sitio. No hay que preocuparse, dice, estos casos se dan con frecuencia. Pero casi siempre las respectivas parejas conocen la situación. La conocen y la toleran, cuando no la fomentan.
El segurata apostilla: no puede hablarse en estos casos de “dinero fácil”, como se habla tan frívolamente por ahí. Estas mujeres –dice- tienen que aguantar mucho. De dinero fácil nada de nada. Muchos hombres no aguantarían lo que aguantan ellas.