viernes, 6 de febrero de 2009

De púrpura y grana

El Papa nos envía a su moratinos y aquí empiezan las genuflexiones, los cabezazos, los besaanillos y el resto de las laicidades que los gobiernos españoles reservan para los jerarcas vaticanos. Cualquier cosa menos normalidad diplomática. Hasta el jefe del Estado parece a punto de caer de bruces frente a Su Eminencia. Por no hablar de la mimetización con el paisaje de la señora vicepresidenta: púrpura y grana sobre fondo negro. Las iglesias vacías y los telediarios llenos. ¿Quién usa a quien? Uno para todos y todos para uno. eneko -

2 comentarios:

  1. Qué esperpéntica esta señora. Qué esperpento todo...

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  2. Yo aún diría más: cursis, cursis hasta la exasperación.

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