miércoles, 4 de febrero de 2009

Sam Mendes, Revolutionary road



En esta película la pareja de treintañeros protagonista tiene dos hijos pequeños. Apenas se les ve unos segundos y de lejos. Extraño.
La madre quiere ser actriz y no lo consigue. Está frustrada. El es un oficinista en una gran empresa, no tiene la menor idea de lo que le gustaría ser, pero también está frustrado.
Ella tiene una idea brillante: venderlo todo, irse a París y empezar allí una nueva vida. El está de acuerdo, hasta que en su empresa le propone un ascenso. Entonces empiezan –más bien continúan- los problemas entre ellos. Nada como unas cuantas peleas conyugales para entretener y conjurar la frustración.
¿Y los niños? Los niños no se sabe dónde están, se han esfumado. Lo importante es que papá y mamá se machaquen mutuamente.
Con estos mimbres Sam Mendes ha construido su Revolutionary road, una película de buena factura, que te deja una dosis considerable de desasosiego y que esconde a los niños debajo de la alfombra.
Se desarrolla a mediados de los cincuenta pero es muy actual.

3 comentarios:

  1. Con los mismos actores de Titanic no creo que salga nunca nada potable. Mucha cáscara, mucho envoltorio, mucho glamour pero en el fondo, eso.
    Abrazos.

    P.D.- Decididamente, no iremos a verla. Preferimos Cuscús.

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  2. No, si los actores están muy bien y la dirección es buena y la historia tampoco está mal. Ocurre que yo veo tres películas al año y siempre quiero ver obras maestras y claro, eso no es posible.
    Veo aquí que Cuscús dura 2h. 30m. Eso para mí ya es disuasorio.
    Saludos.

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  3. Hombre,es una buena pelicula,y la novela en la que se basa:Via revolucionaria,de richard Yates,es aún mejor,leerla si podeis.

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