Visito la Fundación Laxeiro en Vigo.
Me impresiona la fuerza que tiene la pintura de este hombre en su primera época, antes de su emigración a América, la denominada “estética granítica”.
Colores terrosos e imágenes que parecen esculpidas en el lienzo. Se habla aquí de la tradición profana de la Galicia rural.
Pero cuando el artista se abre a las corrientes mundanas ya pasa a ser uno más, con mucho talento, ciertamente, pero uno más.
Por momentos me recuerda a Antonio Saura, aunque puede ser a la inversa. Vista la obra de Laxeiro en perspectiva no me queda nada claro que su evolución, su culturización, la haya mejorado.
---