Blog del escritor Juan Luis Seisdedos. --Aquí hay de todo. Si estás interesado deberías dirigirte al Índice. --Por arte de birlibirloque algunas fotos han desaparecido. Habría que preguntarle a Google. Yo lo he intentado, pero no contesta.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Un método peligroso, de David Cronenberg
Dice el crítico Carlos Boyero que esta película le ha resultado “perturbadora”. A mi lo único que me ha perturbado de esta pieza –y tampoco demasiado- eran los suaves y placenteros ronquidos de un señor situado al otro lado del pasillo, en compañía de su esposa. También me ha sorprendido el precio de la entrada, 7,20 euros, que viene a ser lo que cuesta un libro de bolsillo en los países llamados cultos.
Un método peligroso ofrece poco más de lo que puede obtenerse durante una corta visita a la Wikipedia en sus apartados de psicoanálisis, Sigmund Freud y C.G. Jung, entre otros.
Sin duda es una película correcta, bien llevada, aunque ligeramente aburrida (debe recordarse que está basada en una obra de teatro) y bien interpretada. Gracias a ella nos enteramos de que el señor Jung era de origen protestante, estaba casado con una señora de posibles, vivía en una excelente casa edificada a orillas de un lago suizo y daba rienda suelta a su sadismo en perfecta sincronización con su amante masoquista.
El señor Freud, por el contrario, de origen judío (como la mayor parte del grupo psicoanalista de Viena), queda retratado como un tipo más bien hosco y resentido, ligeramente agobiado por el mantenimiento de su pequeño apartamento y de su prole de seis hijos. El fundador del psicoanálisis, del que se sugiere tiene una vida sexual más bien pobre, se muestra como alguien muy celoso de mantener el principio de autoridad, es decir, su principio de autoridad.
Al cabo de algunos años de relación entre maestro y discípulo no tardan en surgir discrepancias insalvables, habida cuenta de que para Freud la “cuestión sexual” está detrás de todas las enfermedades psíquicas mientras que el esotérico suizo considera que este concepto es demasiado restringido y muestra un gran interés en asuntos como la parasicología, los mitos, las culturas antiguas…
Con el tiempo cada uno de ellos seguirá su propio camino hasta que los nazis ocupan Viena y el doctor Freud se ve obligado a abandonar su encantador y barroco gabinete vienés para dirigirse a Londres y salvar así su vida.
Se nos cuenta también que el doctor Jung, pese a sus reticencias iniciales, institucionaliza en su vida la figura de la amante y continúa su espectacular creatividad intelectual a través de un sinfín de publicaciones y de viajes de investigación.
Hay un tercer personaje que aparece fugazmente y cuya presencia perturba considerablemente al señor Jung. Se trata de Otto Gross, un psiquiatra anarquista austríaco, libertino en sus prácticas sexuales, probablemente drogadicto y que, al parecer, se murió de hambre. Este hombre está considerado como uno de los pilares de la llamada contracultura.
También merece destacarse a la primera amante de Jung, Sabina Spielrein, judía rusa que también dedicó su vida a la medicina e investigación siquiátricas. Esta mujer fue fusilada por los nazis, junto a su hijo, en 1942. El papel es interpretado, con gran fortuna, por la bella y famélica Keira Knightley.
Este tipo de obras biográficas tiene difícil encaje en el cine comercial pues el riesgo de caer en la superficialidad es importante. Hay varios documentales, probablemente más interesantes que esta obra, que se ocupan de los primeros tiempos del psicoanálisis, pero el acceso a los mismos es todavía muy complicado. Sin duda para ahorrarnos el trabajo la industria del cine prefiere este tipo de pildoritas, bastante inocuas, al fin y al cabo, aunque a algunos críticos hipersensibles les perturben.
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Totalmente de acuerdo, no esperaba esta película del gran Cronenberg. Intenta resumir los problemas Jung-Freud de una forma tan simple, y la historia de amor llega a importar tan poco... Me recordó a 'Ágora' de Amenábar, dónde al final que mataran a la filósofa me daba como igual. Vamos, que fría fría, y encima la Keira Knightley está insoportable, sobreactúa como una bestia.
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